Sáb. Abr 27th, 2024

Celebramos enfáticamente que el gobierno haya logrado rápidamente y ya en un par de meses, el déficit cero. Sin duda una gran noticia, porque el crónico déficit de las cuentas públicas ha sido la causa del aumento de impuestos a niveles superlativos, del endeudamiento y de la descontrolada emisión monetaria lo que a su vez produjo una inflación récord a nivel mundial. Y todo se encadena, para tener un 60 % de pobreza, grandes bolsones de miseria y ausencia casi total de inversiones.

Pero no nos gusta que la magra remuneración que perciben los jubilados sea la base para conseguir el equilibrio del tesoro. Ciertamente que el kirchnerismo rifó las jubilaciones, jubiló a las amas de casa, lo que permitió que muchas señoras de clase media alta tuvieran un ingreso extra para tomar el té con sus amigas, jubiló a quienes nunca aportaron nada al sistema con un régimen de moratoria que les facilita pagar con los mismos fondos que percibe, y así se fue conformando un sistema que lejos está de lo que dicta lo razonable, que se calcula en un pasivo por cada tres activos. Según “Chequeado” en marzo último había 1,8 trabajadores aportantes por cada persona que cobra un haber. Y la informalidad laboral contribuye, y en mucho, a este desequilibrio.

En 2005 había un poco menos de 2.800.000 jubilados, en marzo del año pasado se contabilizaban 7 millones de adultos mayores los que recibían de la Anses un haber jubilatorio o pensión, el gasto previsional es la mayor partida del Presupuesto.

Pero no es solamente un problema de caja, que ciertamente lo es, se trata de que a muchos adultos mayores lo que perciben, no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Con una inflación galopante y con alimentos y medicamentos que suben descontroladamente, el problema se les agudiza. Necesitan del apoyo de su familia para subsistir.

Se resolvió, que por decreto, se modificaría la fórmula de movilidad, que ya fue cambiada por Macri y luego por Fernández, con pérdidas significativas de los ingresos en cada cambio, porque no se trata de mejorar los beneficios para los pasivos, sino de pagarles menos.

Se había anunciado de que a partir de abril, los haberes jubilatorios se actualizarían por inflación pero con una compensación del 12,5 % en este mes por los aumentos de los precios al consumidor en diciembre y enero. Pero según un DNU publicado hoy en el Boletín Oficial, la actual fórmula de movilidad se mantendrá hasta el mes de junio. El artículo 4 dice textualmente que “a los fines de la transición, para la determinación de la movilidad correspondiente al mes de junio de 2024, resultará aplicable la fórmula vigente a la fecha de dictado del presente”. Y hasta entonces habrá aumentos a cuenta que se otorgarían en abril, 12,5% y a determinar en mayo y junio. Recién en julio se aplicará la nueva fórmula según la inflación de mayo y así los meses siguientes según la evolución de la inflación de 2 meses atrás.

Algo es algo, al menos se advierte una preocupación del gobierno de mejorar los haberes de la clase pasiva. El esfuerzo que vienen haciendo los adultos mayores es enorme y bien merece una compensación. Lejos está el 82 % móvil que derogó Cristina, además ella es la principal responsable del enorme desequilibrio actual del sistema. Ojalá que el programa económico del actual gobierno tenga éxito y se pueda mejorar la situación de los abuelos.