Jue. Mar 28th, 2024

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se encuentra reunido con sus pares de la Provincia y de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Bianco Felipe Miguel, respectivamente, para «definir medidas concretas» ante la segunda ola de coronavirus en la Argentina.

El encuentro se realiza en el despacho del jefe de Gabinete de la Nación del primer piso de Casa Rosada, y participan también la ministra de Salud, Carla Vizzotti; su par porteño, Fernán Quirós; y el viceministro bonaerense, Nicolás Kreplak.

Fuentes de Casa Rosada precisaron a NA que en el encuentro «se pondrán sobre la mesa las medidas y propuestas que cada distrito está dispuesto a tomar y dónde creen que hay que ajustar», pero aclararon «todo será consensuado para actuar en conjunto».

Respecto de las posibles medidas que se debatirán esta tarde, fuentes con despacho en Balcarce 50 afirmaron que se pondrá el foco en «la nocturnidad, el transporte público y actividades recreativas«.

«Nuestra prioridad es mantener la presencialidad de clases y sostener la industria y el comercio«, resaltaron las mismas fuentes, y agregaron: «Está claro que nadie quiere que se deteriore la recuperación económica».

El mayor contrapunto se da entre el Gobierno bonaerense y el porteño. Axel Kicillof quiere restricciones fuertes para impedir el avance del virus, mientras que Horario Rodríguez Larreta estaría a favor de mayores controles pero sin cerrar la economía. La idea del Gobierno nacional es encontrar un punto medio entre ambas posturas.

Para la administración de Kicillof, lo ideal sería un confinamiento total durante tres semanas para poder avanzar con el plan de vacunación en adultos mayores. Pero saben que una medida en ese sentido sería de difícil cumplimiento.

Para bajar la movilidad, el gobierno bonaerense busca trabajar sobre tres ejes: la nocturnidad, el transporte público y las reuniones sociales. En lo formal, la nocturnidad y las reuniones sociales ya están limitadas en 110 de los 135 municipios de la provincia.

En cuanto al horario, la limitación que se baraja como plano ideal –en términos epidemiológicos– sería cerrar desde las 22 hasta las 6, por dos semanas más. La decisión no impactaría en actividades productivas, sí en bares y boliches. En la Provincia repiten que no sirve si la medida no es tomada en conjunto.

Del lado del Gobierno porteño, consideran que aún hay tiempo para endurecer las restricciones y apuestan a mayores controles durante la noche. Las versiones indican que R. Larreta aceptaría restricciones en la nocturnidad y en el transporte público entre las 22 y las 6, pero no un cierre total de la economía.

En lo que habría consenso de todas las partes es en continuar con la presencialidad en las escuelas.

Además, se reforzarían los controles en el transporte público, que sigue siendo de uso exclusivo para trabajadores esenciales (aunque en la actualidad no se estaría cumpliendo). De hecho, según informó TN, esta mañana, los pasajeros del tren Sarmiento, en Once, se sorprendieron al escuchar las advertencias de policías federales por megáfono, recordando que para viajar en transporte público es requisito contar con un permiso habilitante como personal esencial.  

La idea, que acompaña Ciudad y cuyos detalles terminarán de cerrar esta tarde en la reunión con Nación, es intentar evitar aglomeraciones, sobre todo en los lugares que concentran mayor cantidad de trabajadores y trabajadoras, es decir, los centros de transbordo como Liniers, Retiro, Constitución y Once. 

Desde el Ministerio de Transporte dijeron TN.com.ar que pidieron a cada jurisdicción disponer de entradas diferenciadas a cada tipo de actividad para descomprimir la hora pico. Y explicaron que los trenes están al máximo de frecuencias y unidades. El Ministerio está en proceso de compra a China pero no es algo inmediato.

Mientras tanto, Transporte recomienda a los pasajeros la utilización de la app “Reserva tu tren” para la hora pico de la mañana y de la tarde. Recordaron que en las estaciones más importantes cuentan con cámaras térmicas en el ingreso y en molinetes.

En el caso de los colectivos, circulan 85% de las unidades, es decir, 14 mil micros. “El resto de los choferes se encuentran exceptuados por COVID-19, enfermedad o relacionados y no se pueden reemplazar”, detallaron. En este escenario, advierten que en AMBA están casi al máximo. Antes de la pandemia había casi 600 usuarios por colectivos. En la actualidad, hay 410.

Al mismo tiempo, señalaron que trabajan, junto a la ANMAT, en la validación de un producto de limpieza de alta duración para reducir contagios.

Para Transporte, “es tremendamente importante que las jurisdicciones locales ayuden en los procesos de armado de filas y que puedan diferir los horarios de ingreso laboral para desarmar las horas pico. El gran problema es donde viaja la gente y se contagia, arriba del transporte se suele cuidar muchísimo la gente”.