La Cámara de Diputados podría sancionar hoy un cambio revolucionario en el sistema electoral: la implementación de la boleta única papel (BUP) para elegir cargos nacionales -es decir, presidente, vice, y legisladores del Congreso Nacional– a partir de las próximas elecciones. También se discutirán una serie de tratados y acuerdos internacionales, un plan de desarme, un proyecto para de “abordaje integral” del crimen organizado por el que se busca subir las penas para todos los delitos cometidos por “bandas”, y los cordobeses impulsarán la declaración de “emergencia” para las zonas afectadas por los incendios.
A las 11.47 y con 130 diputado presentes, se abrió el recinto. Se prevén 14 horas de debate, con tres tandas de cuestiones de privilegio -las prerrogativas de los legisladores para plantear quejas-. La sesión estará cruzada por una visita de Estado. A las 14, Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, visitará el Congreso. A las 14 se reunirá con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y después se dirigirá al Salón de Honor de la presidencia de la Cámara de Diputados para congregarse con Martín Menem, el titular del cuerpo.
El Gobierno logró ayer por la noche un dictamen de mayoría de la iniciativa de BUP en consonancia con los bloques Pro, parte de la UCR, la Coalición Cívica (CC) y Encuentro Federal, quienes priorizaron el objetivo de que el año próximo se erradique la tradicional papeleta partidaria. Para lograrlo, aceptaron la modificación introducida por el Senado, que eliminó en el diseño de la boleta única el casillero de la “lista completa”, que permite, al marcarlo, elegir a todos los candidatos, y en todas las categorías, de un mismo partido. Ese casillero es resistido por los gobernadores con partidos provinciales que no suelen competir por la presidencia y no quieren verse perjudicados por el arrastre que generan los frentes nacionales.
La conquista de un acuerdo entre diferentes espacios políticos es fundamental para sancionar una reforma electoral de esta magnitud: la Constitución Nacional exige que una mayoría absoluta del total de cada una de las Cámaras. En diputados, requiere de 129 voluntades, sin excepción.
Si bien en la Cámara baja existe una amplia mayoría –constituida principalmente por los diputados no kirchneristas que representan a la provincia de Buenos Aires– que está de acuerdo con incluir la posibilidad de tildar un casillero para elegir todas las categorías de un mismo partido, cedieron ante la advertencia del bloque Innovación Federal –que responde a los oficialismos de Misiones, Río Negro y Salta–, que anticiparon que si se modificaba el texto del Senado no darían quorum, en consonancia con el kirchnerismo, que rechaza de plano el proyecto.
“No vamos a poner en riesgo la BUP”, reaccionó un referente del bloque que preside Miguel Ángel Pichetto tras salir de la cumbre celebrada en el despacho del presidente de la Cámara baja, Martín Menem. Esta reunión fue justo antes del plenario de comisiones, donde se logró un despacho de mayoría con 67 firmas, 14 de ellas en disidencia parcial. Consideran que, como en la próxima elección no se elegirán cargos ejecutivos, no tendrá tanta injerencia la ausencia del casillero de lista completa.