Es un clásico de la televisión pero también, de cada una de las elecciones, porque si hay alguien que tiene asistencia perfecta esa es Mirtha Legrand. Es que la conductora es una gran defensora del derecho al voto y lo hace valer aunque esté eximida de hacerlo por tener más de 70 años. “Estoy muy bien, vengo a votar. Muy contenta”, dijo apenas bajó del auto a los periodistas que la esperaban en la puerta del colegio.
Pronto, los movileros quisieron saber su opinión al respecto y si ya sabía a quién iba a elegir en el cuarto oscuro. La diva de la televisión no lo dudó. “Ya tengo todo decidido hace mucho. ¿Se mueren por preguntarme a quién voto, no?”, bromeó mientras caminaba hacia el colegio y reveló que votará lista completa, aunque no pudo dar más detalles debido a la veda electoral.
Vestida con colores claros, elegante y muy abrigada para combatir el frío de la ciudad, la conductora llegó a la escuela situada en Palermo alrededor de las 14 horas acompañada de su histórica colaboradora, Elvira. Junto a la mujer, se mostró sonriente y con muchas ganas de conversar. En cuanto al desafío del voto electrónico, Mirtha se mostró confiada. “Elvira -su colaboradora que siempre la acompaña- me va a ayudar, pero es muy sencillo me dijeron”, dijo sobre la nueva modalidad.
A su vez, contó que no estuvo siguiendo las votaciones por televisión, sino más bien que estuvo escuchando la radio toda la mañana. Y quiso dejar un mensaje para el electorado, cuando los periodistas le dijeron que hay mucha gente descreída. “Que vengan a votar, es un deber de ciudadano, es una obligación. Es algo de toda la vida. Yo soy grande y sigo viniendo, y seguiré viniendo”, dijo convencida a sus 96 años.
La conductora también fue consultada sobre si volverá a sus clásicos almuerzos, o cenas, como fue en los últimos años. “Estamos en eso”, dijo dejando alta la expectativa por su vuelta a la televisión, tras meses de ausencia.
Ya a la salida, tras emitir su voto, Mirtha contó que la asistieron autoridades de mesa para hacer uso del voto electrónico y que le pareció sencillo. Luego comentó que se iría a su casa para cumplir con el ritual de cada domingo, que no sería alterado por esta fecha especial: el té con amigas y familiares, para luego esperar el resultado de los comicios.