Dom. May 12th, 2024

La Suprema Corte de Justicia de la Nación es la custodia de la Constitución Nacional, y cuanto más celo ponga el Alto Tribunal en hacer valer los postulados de la Ley Suprema, mejor funciona una democracia.

La medida cautelar dictada el martes suspendiendo las elecciones para gobernador y vice en San Juan y Tucumán, es un claro ejemplo de que la Constitución y las leyes deben estar siempre por encima de la voluntad o la suma de voluntades de los hombres.

Fue lamentable observar y escuchar al ministro del Interior Wado De Pedro, criticar desaforadamente el fallo de la Corte apelando a falsedades y utilizando sofismas al más puro estilo camporista. Dijo de Pedro “la Corte se arroga competencias que no tiene”. Mentira, el poder judicial tiene plena facultad de intervenir cuando se violan las leyes. Y en nuestro país, pese a quien le pese, rige todavía el elemental principio republicano de separación de los poderes del Estado.

De Pedro insiste en el tema proscripción dijo, “Ya proscribieron a Cristina y esto es un intento de proscribir el voto de los tucumanos, tucumanas, los sanjuaninos y sanjuaninas. No es una decisión contra un candidato u otro: es coartar el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a elegir y ser elegidos”

Cristina no está proscripta, como bien sabemos, y es libre para candidatearse en cualquier cargo, hasta que su condena sea definitiva. Tampoco la corte intenta proscribir el voto de tucumanos y sanjuaninos, actúa ante reclamos judiciales presentados en tiempo y forma y hace valer su rol de máxima autoridad judicial en defensa de los postulados constitucionales. En este caso cuando se violenta el sistema republicano de gobierno elegido por los padres de nuestra Constitución.

Otra falacia expresada por De Pedro es sostener que la decisión afecta el federalismo de las provincias establecido en la Constitución. “Las provincias mantienen su autonomía y, por lo tanto, deciden sobre su sistema electoral, su forma de votar, la fecha y sus candidatos”, dijo. Bien debe saber el ministro que las provincias no pueden ignorar ni en sus constituciones ni en sus leyes los principios en que se fundamenta la Nación. En su calidad de abogado debe saber que el artículo 5 de nuestra Ley Suprema señala textualmente: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional…”

Otra falsedad fue decir que “Estamos frente a una virtual intervención federal de dos provincias argentinas”.  Un absurdo que no tiene ningún asidero. Como otro absurdo es decir que “No hay democracia posible con una Corte deslegitimada. Argentina necesita una Corte independiente, transparente y al servicio de la sociedad, no de los poderes concentrados”. Para una gran mayoría esta Corte está demostrando ser independiente, transparente, estar al servicio de la sociedad y de una gran autoridad intelectual y jurídica.

Lo que no caben dudas es de que no hay democracia posible si desde los otros poderes del Estado se ataca vilmente al máximo tribunal y no se respetan sus fallos.

Muy diferente a lo del ministro del Interior, fue la actitud del candidato a Gobernador Osvaldo Jaldo, quien, conocido el fallo, dijo de inmediato que sería acatado por la provincia.

Este escándalo fue originado por la desmedida ambición de Manzur de perpetuarse en el poder. Su renuncia a la candidatura es el camino más directo para resolver el conflicto, y es lo que la sociedad tucumana espera.