Jue. Mar 28th, 2024

Ud. debe saber que el Día Internacional del Trabajador se celebra en casi todo el mundo en homenaje a los mártires de Chicago.  Éstos gremialistas que luchaban por la jornada laboral de 8 horas, fueron ejecutados en los EEUU tras la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886, y que tuvo su culminación el día 4 en lo que dio en llamar, la Revuelta de Haymarket. Los obreros bajo la consigna de «ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa», exigían que la jornada laboral no excediera ese tiempo.  En el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional que tuvo lugar en París en 1889, se estableció el día 1 de mayo, como fiesta universal de obreros, una jornada reivindicatoria y de homenaje al acontecimiento, con el objeto de iniciar la propaganda en pro de la emancipación social”.

Justamente en los EEUU donde sucedieron los hechos no se celebra, allí festejan el “Labor Day” el 1er. lunes de Septiembre.

En nuestro país, se celebró el día por primera vez en la Recoleta el 1° de mayo de 1890, reuniéndose unas 2000 personas, una concurrencia importante para aquella época. Al día siguiente, los asistentes se enteraron de que habían perdido su jornal “por faltar al trabajo”. En el mitin hablaron varios oradores señalando “las deplorables condiciones de trabajo en todos los gremios” y reclamando la limitación de la jornada a ocho horas. El  cronista de El Nacional, recalcó que en los discursos se observaban “bien dibujadas las diferencias que aquí, como en todas partes, dividen a los obreros en dos grupos: anarquistas y socialistas”. La reflexión fue confirmada cuando estos últimos, al año siguiente, prepararon un acto similar; recibieron la negativa anarquista y la celebración fracasó.

Las conmemoraciones del 1° de mayo se reiniciaron cuando cada fracción del movimiento obrero organizó actos en forma independiente, aunque las condiciones del medio ambiente fueron adversas y con características luctuosas en 1904 y 1905.

En 1909 los hechos tomaron rasgos muy graves al atacar la policía el mitin anarquista en la plaza Lorea, provocando catorce muertos y ochenta heridos. “Ancianos,  hombres inermes, madres con sus hijos en brazos- decía un manifiesto- han sido fusilados por la espalda cuando para salvarse se alejaban. ¡Viva la huelga general! ¡Fuera el jefe de la policía, el verdugo de Falcón!” El dolor obrero unió a socialistas y anarquistas, y el lunes 3 el trabajo se paralizó completamente. Durante el entierro de las víctimas se produjeron nuevas refriegas con la policía, se levantaron barricadas y los tiroteos duraron toda la noche. Por ocho días se detuvo en absoluto la vida industrial y comercial de Buenos Aires en una de las actitudes más enérgicas y duraderas que registra el movimiento obrero argentino y que se conoció como la “huelga general de la semana de mayo”.

Los ánimos quedaron encrespados y unos meses después una bomba anarquista arrojada por Simón Radowitsky mató al coronel Falcón y a su secretario. La represalia no se hizo esperar; expulsaron del territorio nacional a los militantes obreros extranjeros y encarcelaron por centenares a los argentinos. Cuando se acercó el 1° de mayo del año del Centenario de la Revolución de 1810, los sentimientos patrióticos se exacerbaron y grupos de niños bien, amparados por la policía, atacaron, destruyeron e incendiaron bibliotecas, locales sindicales y empastelaron la redacción y los talleres de La Vanguardia y La Protesta.

Ya durante el gobierno de Perón, la celebración alcanzó su máximo brillo. Dice Oscar Troncoso en un artículo publicado en el número 210 de la Revista Panorama «A partir del 1° de mayo de 1947 las características variaron sustancialmente, porque fue la primera celebración bajo el gobierno peronista. El programa de festejos fue en esos años más o menos similar: comenzaba con un discurso del secretario general de la CGT, otro de Evita y culminaba con la palabra de Perón. Luego se presentaban números artísticos en los que intervenían figuras populares (como) Hugo del Carril, Antonio Tormo, Hermanos Ávalos, etc”[i]