Vie. Abr 19th, 2024

En medio de las fuertes tensiones internas con el kirchnerismo por la eliminación de las PASO, el reclamo de una suma fija para recomponer los salarios y la disputa por el armado electoral para el 2023, la Casa Rosada analiza la forma de avanzar en el corto plazo con dos proyectos en la Cámara de Diputados.

Tanto la iniciativa para cobrar un impuesto a la Renta inesperada como el proyecto de ley de Agroindustrias están desde hace meses trabadas en el Congreso por la falta de consensos con la oposición y la dificultad de convencer a los bloques aliados que suelen ayudar al oficialismo a conseguir el quórum. Los problemas para unificar al oficialismo también conspiran contra los objetivos de Alberto Fernández.

La semana pasada, la vocera presidencial Gabriela Cerruti había dejado en claro algunas de las prioridades para el Poder Ejecutivo: defendió las PASO e incluso descartó la posibilidad de incluir el tema para un eventual llamado a sesiones extraordinarias; a su vez, reclamó al Congreso tratar el proyecto presentado hace cinco meses por el ex ministro Martín Guzmán.

“El Gobierno envió en junio de este año el proyecto de Renta Inesperada que quiere que se discuta en el Congreso y que está vigente en otros países con muy buenos resultados”, señaló Cerruti en conferencia de prensa.

También detalló que “tiene que ver precisamente con que aquellos que han tenido renta extraordinaria debido a situaciones trágicas de la humanidad, como la guerra y la pandemia, puedan hacer el aporte a través de un gravamen”, y aseguró que “significa mayores ingresos para el Estado que van a poder ser redistribuidos en las políticas que muchos sectores están reclamando”.

Gabriela Cerruti, vocera presidencialGabriela Cerruti, vocera presidencial

Por su parte, el proyecto de ley de Agroindustria apunta a consolidar el desarrollo de la cadena sectorial a partir de la promoción de nuevas inversiones, la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2030 y la incorporación de tecnologías de última generación a partir de una serie de beneficios fiscales e incentivos productivos.

Según se pudo saber, la Casa Rosada evalúa una prórroga de las sesiones ordinarias para tratar ambas iniciativas antes de fin de año. Sin esta prórroga, los diputados tienen hasta el 20 de noviembre para dictaminar los proyectos, lo que acorta demasiado los tiempos y hace casi imposible entablar una negociación con los bloques más chicos.

En caso de no poder avanzar por esta vía, desde el entorno de Alberto Fernández dijeron a este medio que también analizan la posibilidad de incluir estos proyectos en las sesiones extraordinarias. La definición del temario es potestad exclusiva del Ejecutivo.

En la Casa Rosada reconocen que reunir los votos para darle media sanción al impuesto a la renta inesperada es una tarea compleja, ya que Juntos por el Cambio, los liberales y libertarios han tomado una postura muy firme en contra de aumentar cualquier impuesto. Por otro lado, interbloques como Provincias Unidas y Federal también se mostraron reacios. En junio, cuando se presentó el proyecto, el Gobierno intentó sin éxito seducir a los bloques provinciales argumentando que lo recaudado por el impuesto serían coparticipable con las provincias. Ante la consulta, desde el Ejecutivo reconocieron que están abiertos a hacer modificaciones en pos de alcanzar consensos.

Sigo esperando que el Congreso la trate. Si hay que modificar algo modifiquemos, pero que no dejen de tratarlo, porque aquí, como consecuencia del aumento de los alimentos y de la energía en el mundo, varios han ganado mucho dinero inesperadamente”, dijo Alberto Fernández esta semana en una entrevista con Futurock.

Pero el frente interno también presenta sus complicaciones. Los miembros del bloque que conduce Germán Martínez no han realizado reuniones para discutir el impuesto a la renta inesperada y se preparan para la sesión de mañana en la que solo se tratarán temas de consenso.

Según pudo saber este medio, no se han entablado hasta el momento negociaciones con la oposición ni se trabaja para aggiornar el texto presentado en su momento por Martín Guzmán. “Nadie lo está moviendo”, explicaron desde la bancada oficialista.