Vie. Abr 19th, 2024

En la idea de una reformulación integral del país, que nos vuelva a colocar en el concierto mundial de las naciones como fue la idea de los padres fundadores de nuestra nacionalidad, resulta necesario definir una nueva provincia de Buenos Aires. Porque la gigantesca provincia, concentra el 40 % de la población del país, mientras que el 60 % restante se divide en las otras 23 jurisdicciones, registra además graves desequilibrios de desarrollo humano. Indudablemente, las incongruencias demográficas y los desequilibrios, deben ser corregidos si realmente fuera posible una reformulación integral del país.

El politólogo y analista Santiago Rodríguez Rey bien señala al respecto. La cuestión de qué hacer con la provincia de Buenos Aires no es nueva, pero la presencia de Juan Manuel de Rosas en despachos oficiales nos sirve para desempolvar que la provincia más grande, más poblada y que más aporta a las arcas del Estado ha sido siempre centro de nuestro conflicto federal constitutivo. Irresuelto de manera definitiva por su complejidad, no ha sido suficiente extirpar su centro y dárselo a la Nación, sino que esto creó, eventualmente, otros problemas.  La cuestión capital ha sido solo un vértice de estos conflictos. Si bien resuelta entre leyes, armas y sangre, la perspectiva del tiempo ha dejado en evidencia que el tándem Buenos Aires-La Plata fue solo una solución de corto plazo. Desde el centenario de la fundación de su ciudad capital, la provincia ha tenido más gobernadores que hacen malabares por justificar su pertenencia al distrito que orgullosos bonaerenses que quieran dirigirla desde la ciudad de las diagonales.[i]

La provincia tiene 135 municipios, tan heterogéneos como que el más pequeño llega apenas a 2000 habitantes mientras que el más grande supera los 2 millones. 40 de esos municipios integran total o parcialmente el área metropolitana el AMBA, como se ha dado en llamar.

Los departamentos en Buenos Aires, se denominan partidos. Los partidos-municipios cubren todo el territorio provincial, donde se utiliza el sistema de ejidos colindantes. A diciembre de 2009 existían 135 partidos

Asimismo, la provincia se divide en: 25 regiones educativas, 18 judiciales, 12 sanitarias y 8 electorales. Rodríguez Rey identifica 7 regiones agrarias, 8 secciones electorales, 9 delegaciones de previsión social, 10 complejos penitenciarios regionales, 12 regiones culturales, 12 regiones sanitarias, 12 zonas de vialidad, 13 subgerencias de recaudación (ARBA), 14 regiones de IOMA, 25 regiones educativas, 32 jefaturas departamentales de seguridad, 46 delegaciones del ministerio de trabajo, etc.

Dividir Buenos Aires, no es un tema nuevo a lo largo de nuestra historia, desde el mismo momento en que se federaliza la ciudad de Buenos Aires los proyectos para organizar, ordenar o dividir el territorio provincial se presentaron sin solución de continuidad.

El senador nacional del Pro, Esteban Bullrich, tras renunciar a su banca, una decisión tomada a causa de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la enfermedad que lo afecta y que no tiene cura, presentó su libro Una nueva Buenos Aires, una propuesta para dividir la provincia para facilitar su gestión. Y partir en dos el municipio de La Matanza. El libro fue escrito junto a Enrique Morad, abogado y profesor de ciencias políticas, y el economista Jorge Colina.

En términos territoriales, el proyecto de Bullrich divide en cinco provincias el actual territorio bonaerense (Del Río de la Plata, Atlántica, Del Norte, Del Sur y de Luján) y le da a cada una su capital (La Plata, Mar del Plata, San Nicolás, Bahía Blanca y Luján, respectivamente). Complementa esta división con la formación de dos grandes regiones: Buenos Aires (provincias de Buenos Aires del Norte, del Sur y Atlántica) y la región Urbana Federal, que incluye CABA y las provincias de Luján y del Río de la Plata (el actual conurbano, sumado a otros partidos como Pilar, La Plata y Luján). También propone ampliar la jurisdicción de la ciudad de Buenos Aires, integrando los municipios del primer cordón. Esto implicaría, entre otras cuestiones, hacerse cargo del manejo del transporte público y la recolección de la basura, y compartir con los distritos que se anexen los costos fiscales y las obras de infraestructura.[ii]

Continuaremos