Hay noticias que resultan muy difíciles de digerir porque conllevan algún elemento absurdo. Una de ellas, es la decisión de la Cámara Federal de General Roca al rechazar la apelación al fallo judicial por el reclamo de 180 hectáreas en el predio perteneciente desde hace casi 60 años a la Escuela Militar de Montaña porque fue presentada fuera de término, una vez vencido el plazo.
Las tierras reconocidas en febrero por el fallo de la jueza federal subrogante Silvina Domínguez, se ubican en la zona de Virgen de las Nieves y Villa Los Coihues. La sentencia en apelación de la Cámara Federal generó una fuerte preocupación en distintos sectores de la comunidad de Bariloche por el reconocimiento de la propiedad de los terrenos y posteriores reclamos que podrían surgir en adelante.
“Hay malestar con el fallo porque esos terrenos de Bariloche son correctamente mantenidos desde hace muchos años por el Ejercito y ahí se realiza adiestramiento específico de montaña” reveló una fuente militar al diario La Nación. También hay preocupación en la fuerza, por distintos conflictos que se vienen plantando con diferentes comunidades aborígenes que reclaman ser titulares de terrenos en los que se encuentran unidades militares de montaña en las provincias de Salta Jujuy, Neuquén y Mendoza.
En el Ejercito se está evaluando presentar un recurso extraordinario ante la Suprema Corte. No debería haber dudas de presentarlo. Ante la opinión publica se muestra como un absurdo que el Ejercito pierda terrenos que desde más de seis décadas tiene la posesión y los mantiene, ante un reclamo mapuche. Claro está que no conocemos los antecedentes que generó el fallo de la Jueza Domínguez, pero provoca genuina alarma, no solo en la Fuerza, sino también en toda la sociedad, cuando observa como avanzan los mapuches, con la anuencia de funcionarios y jueces. Bien sabemos que hay dentro de la etnia, supuestamente aborigen, grupos muy violentos, que toman posesión por la fuerza de terrenos e instalaciones de privados y organizaciones civiles. Actúan como terroristas, cometiendo todo tipo de tropelías, merced a una justicia lasa y de cómplices que los apoyan para generar mayor confusión y caos. Un recurso de la extrema izquierda para sacar provecho de la anarquía.
Urge que la nave argentina, que exhibe fuertes desviaciones en múltiples aspectos, con peligro cierto de naufragio, sea conducida con firmeza y claridad. La figura de la cubierta del Titanic, que mientras se hundía la orquesta continuaba tocando, puede servirnos de triste imagen, en la cubierta de nuestra nave que se hunde, podemos observar, disputas políticas pueriles, discursos irrealistas, ausencia de conciencia sobre la gravedad del momento y un presidente, que abandona el timón porque no conoce el rumbo que debe imponer a la embarcación.
Lo de esta decisión judicial, muestra con meridiana claridad la falta de atención de los asuntos del Estado en todos los niveles. Dejarse vencer los términos judiciales es inaceptable y no admite justificación alguna. El ministro de Defensa Jorge Taiana debería dar explicaciones en el Congreso por tamaña negligencia.