Vie. Mar 29th, 2024

Tanto dentro como fuera del Frente de Todos dan prácticamente por hecho la inminente salida de Cristina Fernández de Kirchner una vez que entre en vigencia el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Enfrentada al presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta planea dar el golpe de gracia a la alianza oficialista en una fecha muy particular: el Día de la Memoria.

«Es importante advertir que la que se peleó es Cristina, que decide irse del oficialismo, no asociarse a los ajustes para ella infructuosos y que van a ocurrir en los próximos dos años. Pero se va de una manera muy peculiar, dejando a su gente en las principales cajas del Estado, en la Anses, en el PAMI, en la DGI, en el área energética, etcétera», planteó el periodista Carlos Pagni en su editorial del programa Odisea Argentina, en el canal LN+.

En ese sentido, consideró que «si esa postura ancla en una propuesta electoral, cuando Alberto Fernández y su grupo vean que con ‘su plata’ le están armando una candidatura para entorpecerlos, o derrotarlos, probablemente la guerra cambie de tono». Ello se debe a que «Cristina Kirchner piensa que esa ‘plata’ no es de Alberto sino suya y que el oficialismo le pertenece, porque los votos son suyos, al igual que la legitimidad. Para Cristina, el presidente que ella puso es apenas un delegado».

«Ahora empieza la pelea por esa legitimidad, porque esta semana se conmemora un nuevo aniversario, con lo que significa para el kirchnerismo y las organizaciones de derechos humanos, del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Vamos a ver cómo, subliminalmente, el discurso contra la dictadura se transforma en un discurso contra el Fondo y, eventualmente, contra Alberto Fernández», aclaró.

De hecho, Pagni advirtió: «Dicen que hay una carta de Cristina para ese día (un poco peyorativamente, dicen que Horacio Verbitsky la está ayudando a escribirla, como si ella no pudiera hacerlo sola) con distintas apelaciones a la cuestión de derechos humanos y FMI».

Un adelanto del tono que podría tener esa misiva «se escuchó el sábado pasado durante una marcha de antorchas en Lugano, en conmemoración del golpe del ’76, y la dijo Horacio Pietragalla, secretario de Derechos Humanos. Según él,’los 30.000 desaparecidos no hubieran votado el acuerdo con el Fondo’. Yo esperaba que renuncie al terminar el acto, porque él es funcionario del gobierno que rubricó ese pacto; pero no sucedió».