La viceprimera ministra, Viktoria Abramchenko, aclaró que las ventas externas seguirán siendo posibles bajo ciertas licencias, y que el tamaño de los envíos no superaría la actual cuota de exportación de granos.
Vale recordar que Rusia es el mayor exportador mundial de trigo y sus principales compradores son Egipto y Turquía. Compite principalmente con la Unión Europea y Ucrania.
«Una prohibición real de las exportaciones rusas supondría un gran cambio. Los mercados esperaban que el alto al fuego en Ucrania se tradujera en una rápida reanudación de las exportaciones rusas desde el Mar Negro», dijo un operador.
El excedente exportable de Rusia para este periodo se estima entre 6 y 6,5 millones de toneladas de trigo, según Dmitri Rylko, director de la consultora agrícola IKAR.
Las exportaciones rusas de trigo han descendido un 45% desde el inicio de la actual temporada de comercialización de julio a junio debido a una menor cosecha y a los impuestos a las ventas al extranjero, así como a las cuotas de exportación que Moscú utiliza desde 2021 como parte de las medidas para estabilizar la inflación alimentaria a nivel local.