Sáb. Abr 20th, 2024

El jueves de la semana pasada decíamos en este mismo espacio que “Tenemos un presidente lenguaraz, sin duda, pero con un verbo totalmente desacreditado, tanto por sus continuas contradicciones, como por promesas incumplidas y por sus falsedades. Aún más, suele caer en el ridículo, por ingresar en temas que ni él mismo los comprende”.

Lo del cumpleaños de Fabiola Yañez es un escándalo nacional, pero el ilegal festejo de cumpleaños es solo una parte de la historia, las explicaciones de Alberto, intentando justificar un hecho repudiable, en lugar de excusarlo, lo hundieron más en el fango. Una simple disculpa como presidente hubiera sido suficiente, pero ahora niega haber responsabilizado a Fabiola, por la organización de la fiesta y calificó de “miserables” a los que han escuchado claramente sus palabras. No una interpretación, sino sus textuales palabras.

En un acto en La Matanza para participar de la puesta en marcha del Centro Universitario de la Innovación (CUDI), Alberto a los gritos vociferaba: “El único responsable soy yo, me hago cargo, doy la cara y me pongo al frente de todo esto. Si alguno piensa que me van a hacer caer por un error que cometí, sépanlo, me fortalecen y aumentan mi compromiso con ustedes. Eso es lo único que consiguen”…“Me muevo y me siento como un hombre común y, a veces, no tengo en cuenta que soy el Presidente y debo dar el ejemplo.” Un hombre común bien se hubiera cuidado de violar el DNU sanitario bajo condena de aplicársele el código penal, el festejo en el Chalet presidencial se hizo justamente porque él es presidente.

No obstante que en el oficialismo insisten en cargar contra Macri, el blanco preferido para las críticas kirchneristas, es desde su mismo espacio donde se vertieron durísimos ataques. No solo lo de Sergio Berni, que mencionáramos ayer, sino los de otros kirchneristas como Hebe de Bonafini que dijo que “el Presidente no puede cometer errores tan gruesos” y que “desairó al país entero”.

El senador Oscar Parrilli, muy cercano a Cristina expresó: “El presidente ha cometido un error y hay que hacer un llamado de atención a los que están a su lado para no volver a cometer este tipo de errores”

Un paladar negro del kirchnerismo, el relator deportivo y periodista Victor Hugo Morales, en su comentario editorial en C5N dijo “A veces, las imágenes tienen mucho más poder que millones de palabras y de hechos. Lo que ha ocurrido con Alberto Fernández exactamente es eso. Está siendo devastado por lo que significa la imagen de algo que nunca debió ocurrir. Es algo más grave que un error. Hoy ensayó unas disculpas que no le salió bien”

Otro periodista militante del kirchnerismo Roberto Navarro, director de El Destape dijo: “Alberto estuvo mal, se equivocó, actuó mal porque él carga con la responsabilidad de dar el ejemplo…”  Otro que criticó a Alberto fue Luis D Elia, quien furioso declaró “Fue una cagada el cumpleaños, una cagada la foto y una cagada el pedido de disculpas”

Vociferar a los gritos un pedido de disculpas, no son modos para un presidente y es propio de quien no le asiste la razón. Ayer Cristina en un acto de campaña le ordenó a Alberto que ponga orden y le sugirió que no se enoje ni se ponga nervioso.  Así es, alguno de sus laderos debería tranquilizarlo. Y, como decíamos en el final de la nota editorial del jueves último: Mas vale que alguien lo haga callar explicándole que el silencio es salud.