Jue. Mar 28th, 2024

El kirchnerismo se caracteriza por una enorme hipocresía en la defensa de los DDHH, tiene una visión politizada del tema, no condena a las dictaduras de los países que más violan estos derechos, y se muestra ciego, sordo y mudo ante diversas formas de violaciones a los DDHH que ocurren en el planeta.

En nuestro subcontinente, no condena lo que ocurre en Cuba, tampoco lo de Venezuela o Nicaragua, regímenes dictatoriales, violadores sistemáticos de estos derechos, con los que se muestra muy afín y los aprueba.  

Días atrás decíamos en este mismo espacio, que Alberto manifestó desconocer lo que sucede en Cuba con las masivas protestas callejeras. Claro está que no se animó a condenar al régimen cubano por temor a irritar a su jefa política.

Declaró en esa oportunidad que coincidía con Andrés Manuel López Obrador, el presidente mexicano. Extraña forma de justificarse de un primer mandatario de una nación soberana. En Cuba, el régimen castrista ignorando el derecho de la ciudadanía de manifestarse pacíficamente, reprimió con brutalidad a miles de reclamantes en una de las mayores protestas en varias décadas. 200 ciudadanos fueron arrestados, hubo al menos un muerto y algunos desaparecidos, además de los golpes y torturas aplicadas a cientos.

Tampoco las organizaciones de DDHH argentinas se expresaron, ni Hebe ni Estela de Carlotto, como también reniegan de condenar al régimen venezolano, no obstante, el severo informe de la Alta Comisionada para los DDHH de las Naciones Unidas, Michele Bachelet.

Esta visión miope sobre los DDHH, también se repite en otros países, algunos muy lejos del nuestro.  Un pantallazo de lo que sucede en el mundo nos indica que 27 millones de personas viven en la esclavitud, más del doble que la cantidad máxima alcanzada durante la época de la trata de esclavos. Más de mil millones de adultos son analfabetos.  Al menos la mitad de la población mundial está privada de servicios de salud esenciales, según la Organización Mundial de la Salud. Se calcula que 151,6 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil. Casi la mitad (72,5 millones) sufre alguna de las peores formas del trabajo de niños, como la esclavitud, el reclutamiento forzado, la prostitución, la trata, la obligación de realizar actividades ilegales o la exposición a cualquier tipo de peligros.

Según la FAO (Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) El hambre mundial empeoró de forma espectacular en 2020. Entre 700 y 800 millones de personas en el mundo están subalimentadas, es decir, pasan hambre.[i]Datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud)  muestra como 844 millones de personas no tienen un servicio básico de suministro de agua potable.[ii]
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados 82.4 millones de personas fueron forzadas a desplazarse en 2020, como resultados de persecuciones, conflictos, violencia, violaciones a los DDHH y otros problemas. [iii]

Y habiendo tantos países que desconocen estos derechos, ¿Cómo podrá asegurarse de que los DDHH sean una realidad en el planeta? Denunciando las violaciones y apoyando a las organizaciones que actúan defendiéndolos, sin politizar el asunto, hacerlo por razones humanitarias.  

Sin duda que el escenario mundial es muy penoso, pero resulta inaceptable que nuestro gobierno tenga una mirada tuerta sobre los DDHH y la está teniendo.