Vie. Mar 29th, 2024

Uno de los hombres de mayor confianza de la vicepresidenta Cristina Fernández es el jardinero de su casa de El Calafate. Se llama Ramón Ángel Díaz Díaz. Su pareja fue la empleada doméstica histórica de la misma residencia. Su nombre es María Soledad Zazo Gómez.

Según documentación que consta en la investigación judicial sobre el posible desvío irregular de vacunas para que sean aplicadas a allegados al poder, tanto Díaz Díaz como Zazo Gómez figuran en los registros del Hospital de El Calafate como las únicas dos personas de toda la ciudad que el 30 de enero de este año lograron inyectarse la primer dosis de la Sputnik V sin registrarse como “personal de salud”. De acuerdo a lo informado a los tribunales por el Ministerio de Salud, el jardinero y la empleada de los Kirchner fueron vacunados en esa fecha por ser “personas mayores de 60 años”.

¿Cómo hicieron los empleados más cercanos a los Kirchner en El Calafate para inocularse el 30 de enero si no les podía llegar un turno debido a que no entraban aun en los sectores por los que se inició la vacunación como sí les hubiera correspondido si habrían sido “personal de salud”?

¿Son los vacunados VIP de Cristina?

La Justicia santacruceña recién acaba de recibir esta nueva pista, que fue detectada en base a pruebas que constan en el expediente judicial del caso.

Ocurre que Ramón Ángel Díaz Díaz ya quedó involucrado en uno de las causas de corrupción ya elevado a juicio oral conocido como “Los Sauces”. Es el mismo nombre de una empresa que los Kirchner usaron como supuesta inmobiliaria para aumentar su patrimonio declarado ante el fisco en alrededor de 9 millones de dólares. Es la cifra que obtuvieron alquilando diversos inmuebles en Buenos Aires a dos contratistas del Estado que les pagaron cifras elevadas por la renta de esas propiedades.

Uno era el socio en los papeles de los K, el constructor de obra pública Lázaro Báez. El otro ganó contratos y concesiones viales, de juegos de azar y medios en las presidencias de sus amigos, Cristóbal López. La firma “Los Sauces”, a pesar de generar millonarios dividendos a sus dueños, nunca tuvo un domicilio registrado, jamás presentó balances y tenía un solo empleado. Era el jardinero Ramón Ángel Díaz Díaz. El caso aun no tiene fecha de inicio para sus audiencias orales pero los procesados son Fernández, Máximo y Florencia Kirchner, entre otros.

En una declaración testimonial ante el juez Claudio Bonadio, Díaz Díaz contó que él no sabía donde quedaba las oficinas de “Los Sauces”, negó haber hecho alguna vez trámites para sus jefes, relató sus verdaderas tareas como empleado K: “Cortó el pasto, arregló el jardín” en la casa de El Calafate.

Ahora, este jubilado y su esposa, que también trabajó en blanco para la vice en su casa de El Calafate, figuran como inoculados con una partida de Sputnik V que está bajo pesquisa.

La diputada Graciela Ocaña denunció en la causa del “Vacunatorio VIP” que una partida de Sputnik V había sido enviada por fuera del circuito habitual a El Calafate. Agregó más información: detalló que las dosis viajaron al sur el 23 de enero pasado, pero de un modo inusual. Tal como se adelantó, la diputada y ex ministra de Salud agregó y ratificó ante la Justicia que el Ministerio de Salud habían ordenado que un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a El Calafate debió retrasar su salida desde el aeropuerto de Ezeiza por orden política.

La nave despegó cuando personal de la Policía Aeroportuaria logró entregar a la tripulación las Sputnik V, por fuera de los protocolos normativos. La denunciante afirmaba que esas dosis habían sido aplicadas a allegados al poder que aprovecharon su influencia política para inocularse antes de que les correspondiera de acuerdo al plan estatal.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, admitió que su organismo había realizado la operación Sputnik V a El Calafate, pero en un comunicado de prensa oficial descartó cualquiera maniobra ilegal vinculada a “vacunados VIP”. En esa respuesta, argumentó que era habitual que los hospitales cuya administración está bajo órbita del gobierno nacional elevaron solicitudes a Salud de pedidos extras de vacunas al stock asignado de acuerdo a criterios no especificados.

El fiscal del caso del “Vacunatorio VIP” es Eduardo Taiano y la jueza que lleva el expediente es Ana María Capuchetti. Las autoridades judiciales decidieron ampliar el objeto de la investigación no solo a lo que pasó con los “vacunados VIP” en el Hospital Posadas y el propio ministerio de Salud. También incluyeron el envío de Sputnik V a El Calafate.

Esta semana, el fiscal de la Procuradoría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez, aportó al expediente de “Vacunados VIP” “información” que consideró que podía ser de utilidad para esa pesquisa.

En un escrito de 112 páginas, Rodríguez indagó sobre varias de las pistas del “vacunatorio VIP” y sus beneficiarios, pero logró que el Hospital Néstor Kirchner de El Calafate, a través de solicitudes enviadas al Ministerio de Salud, informara por primera vez quiénes fueron los vacunados con el lote 486081120R.

Entre un largo listado que incluye nombres vinculados al poder político de Santa Cruz, aparecen como vacunados el jardinero y supuesto administrador de la empresa “Los Sauces”, Ramón Ángel Díaz Díaz, y su pareja, la empleada doméstica María Soledad Zazo Gómez.

El “código de aplicación” registrado en el hospital Kirchner de El Calafate que corresponde a la inoculación del jardinero es el número 174965706. El de su pareja se inscribió como el 174965806.

La diputada Ocaña le había pedido a Vizzotti que no debía “mentirles al Congreso y a la Justicia” y para eso le pidió que dijera “a quién se vacunó, que categoría tenían e identificar con nombre y apellido” a los inoculados con la Sputnik V en El Calafate.

La Justicia obtuvo esa información. Al menos dos vacunados llevan directo a la casa de los Kirchner de esa ciudad. La investigación sobre “Vacunados VIP” empezará a girar sobre la figura de la vicepresidenta.