Jue. Abr 25th, 2024

En 2013, cuando Alberto Fernandez actuaba como un libero, criticaba a la entonces presidenta Cristina Fernández por no saber resolver el problema de la inflación. Decía por entonces el ex Jefe de Gabinete “¿Por qué no manda a la gente de La Cámpora a controlar al Banco Central?”.

Un par de semanas atrás el otro Fernandez, el presidente, declaraba que le preocupaba “mucho” el aumento de precios de los últimos dos meses porque, dijo, era “inexplicable”, y aseguró que volvió de la gira por Europa “decidido a atacar ese tema”.

“Vengo decidido a atacar ese tema. Me preocupa mucho porque es inexplicable, sinceramente no hay ninguna razón, más que el aumento del consumo, para explicar esos aumentos que se dieron en marzo y abril”, analizó el Fernandez presidente.

El Alberto del 2013, tenía plena conciencia de que el exceso de emisión monetaria era la principal causa de la inflación de entonces.  Pero este Alberto, el presidente, encuentra inexplicable el aumento de los precios, no obstante que en 2020 se emitieron unos dos  billones de Pesos para atender los reclamos generados en la Pandemia de coronavirus.

Ciertamente que el Ministro de Economía Martín Guzmán afirma que nuestra inflación es multicausal. Utiliza los argumentos de algunos funcionarios anclando las causas en los formadores de precios, la concentración, la intermediación especulativa, la falta de regulación y la evolución del tipo de cambio y la tasa de interés.

Pero una inflación de 2 dígitos como es la que mantiene nuestro país desde hace décadas es consecuencia de un déficit fiscal que se financia con emisión monetaria, que no tiene respaldo. Cuando la cantidad de dinero supera lo que las empresas y los particulares demandan, el poder adquisitivo de la moneda se derrumba. El exceso de moneda es la principal causa de la inflación, no la única sin duda. Lo cierto es que la inflación se muestra como un fuerte impuesto regresivo que destruye el valor real del peso argentino y los bienes que se pueden comprar con el mismo

En 2013, el presidente la tenía muy clara, hoy está condicionado a decir y actuar según lo que le indican Cristina, Kicillof y el Instituto Patria. Con mecanismo artificiosos como “Precios Cuidados”, “el Super Cerca” o estableciendo precios máximos para los productos de consumo popular, no se combate la inflación y esto bien lo sabe Alberto y bien sabe también que todos los experimentos similares del pasado terminaron en un rotundo fracaso.