Jue. Abr 25th, 2024

En el inicio de la pandemia, parecía que contraer coronavirus les daba a quienes superaban la enfermedad la posibilidad de convertirse en «super humanos» inmunes al virus que azota al mundo. Pero pronto descubrimos que esto no era así y que las reinfecciones existen. Ahora bien, ¿cuán probable es que alguien que tuvo coronavirus vuelva a infectarse? ¿Y hay personas que son más susceptibles que otras?

Un estudio publicado este miércoles en la revista científica The Lancet confirma que las reinfecciones por Covid-19 son «raras» aunque son «más comunes» en personas mayores de 65 años, que cuentan con una protección de sólo el 47% frente un segundo contagio respecto al 80% de los individuos más jóvenes.

En la primera investigación a gran escala sobre este asunto, expertos del Instituto Statens Serum de Dinamarca hallaron que la mayoría de los individuos que ya tuvieron coronavirus están protegidos frente a una nueva infección durante al menos seis meses.

El análisis valoró las tasas de reinfección detectadas en Dinamarca en 2020 y se centró únicamente en la cepa original del virus, y no en las nuevas variantes surgidas posteriormente.

Esa evaluación confirmó que una pequeña proporción de personas (un 0,65 %) dio positivo en los test PCR dos veces.

Haber padecido una infección previa por el virus proporcionó alrededor del 80% de protección frente a una reinfección a los menores de 65 años, mientras que a las personas de esa edad y mayores sólo les confirió un 47% de protección.

No detectaron evidencias que apunten a que la protección contra la reinfección declinara en un periodo de seguimiento de seis meses.

Los hallazgos subrayan la importancia de adoptar medidas para proteger a los mayores, como reforzar las normas de distanciamiento social y dar prioridad a los ancianos en la administración de vacunas.

Este descubrimiento suma otro riesgo a esta población, la más vulnerable frente al Covid-19. Ya está demostrado que los adultos mayores ven incrementado su riesgo de sufrir complicaciones y formas graves de la enfermedad, y es también mayor la mortalidad. En Argentina, por ejemplo, mientras la tasa de letalidad es del 2,44% en la población general, entre los mayores de 60 años trepa a 13,54%.

La investigación publicada en The Lancet también sugiere que incluso los ciudadanos que ya tuvieron el virus deberían vacunarse. «(El estudio) nos da otra pieza de entre otras muchas en el rompecabezas de nuestra comprensión del Covid-19 como enfermedad», dijo a la agencia EFE el autor de la investigación, Steen Ethelberg, al tiempo que destacó que los hallazgos también «refuerzan la importancia de la vacunación entre los ancianos de nuestras sociedades, incluso aunque se hayan infectado previamente».

«Vacunar a los vulnerables y, a más largo plazo, a la mayoría de la población sin duda parece la mejor manera de avanzar», concluyó.

Los datos se obtuvieron de la estrategia de test de Covid-19 aplicada en Dinamarca, por la que más de dos tercios de la población –4 millones de personas, el 69% del total– se sometieron a las pruebas en 2020.

En concreto, entre los que tuvieron coronavirus en la primera ola –entre marzo y mayo de 2020– sólo un 0,65% dio positivo de nuevo en el segundo brote –septiembre a diciembre de 2020.

Con un 3,3%, la tasa de infección fue cinco veces mayor entre quienes dieron positivo durante la segunda ola habiendo dado negativo previamente.

De los menores de 65 años que tuvieron la enfermedad en la primera ola, el 0,60% dio positivo de nuevo en la segunda y entre quienes no la sufrieron el porcentaje fue del 3,60%.

Las personas de mayor edad sufrieron un mayor riesgo de reinfección, y un 0,88% de ellas que se infectaron en la primera ola dieron positivo otra vez en la segunda.