Murió Carlos Menem
Murió Carlos Menem, el presidente que nos hizo soñar a los argentinos que el país había retornado al primer mundo. Logró una estabilidad monetaria y una paz social, que luego supimos añorar.
Menem, con su inolvidable simpatía y su especial carisma, gobernó 10 años y medio el país de manera ininterrumpida. Asumió seis meses antes por la renuncia de su antecesor Raúl Alfonsín. Claro está que alargó su período inicial de seis años, al lograr la reforma de la Constitución Nacional en 1994, lo que le permitió ser reelecto por cuatro años más. Un pacto acordado con la UCR que se plasmó en el Núcleo de Coincidencias Básicas para la reforma.
Menem nació en La Rioja, en un pueblito de la Costa del Velazco, Anjullón, donde su padre tenía un almacén de Ramos Generales y una pequeña bodega. Se recibió de abogado en Córdoba y estuvo dos veces preso durante los regímenes militares de los años 70 y 80. Desde ese humilde comienzo, se convirtió en un caudillo popular. primero en su provincia y luego en la Nación. Se le conocía por el apelativo “turco” por sus raíces sirio-libanesas, esas raíces tuvieron gran impacto en su vida pública, familiar y también en su vida privada.
Dentro de la amplitud conceptual y doctrinaria del movimiento peronista, Menem, que abrazó la causa popular del peronismo, interpretó cabalmente al mundo y su contexto, e imprimió a su gobierno un claro sesgo de un capitalismo pragmático.
Supo elegir bien a sus ministros conformando un gabinete de hombres y mujeres muy capaces, que generaron en su primer período un notable boom económico, que lamentablemente concluyó en una crisis traumática en el segundo mandato.
Para muchos, la corrupción del régimen kirchnerista tiene su piedra basal en el gobierno de Carlos Menem. Sin duda que fue acusado de actos de corrupción y otros hechos dolosos y fue dos veces condenado por la justicia en causas de corrupción y tráfico de armas. Evitó la cárcel por la inmunidad parlamentaria que le daba su senaduría sempiterna.
Pero en los últimos años, el Menem que mostraban las cámaras televisivas estaba lejos de ser aquel de sus momentos de gloria. Parecía un hombre vencido y penosamente con su voto, acompañaba incondicionalmente al gobierno.
Menem fue el ejemplo del político oportunista y tornadizo, fue populista y fue liberal, fue católico y también musulmán, fue pro-EEUU y al mismo tiempo nacionalista, fue preso de los militares y luego indultó a los represores, fue aliado de los montoneros y luego los hostigó. Privatizó empresas estatales y se jactaba de ser estatista, dijo que no honraría la deuda, pero la pagó, prometió reclamar las islas Malvinas, pero negoció y se acercó al Reino Unido. Las contradicciones fueron unas de sus herramientas políticas.
Menem fue y será siempre un gobernante polémico, tiene defensores y detractores, los que lo admiran por su inserción en el mundo y los que lo acusan por la corrupción de su gobierno. Forma parte ya de las grietas que dividen a los argentinos. Q.E.P.D.