En una entrevista que dio al Canal C5N, Alberto Fernández, nuestro presidente, dijo sin pudor alguno, no obstante de tratarse de un medio masivo de comunicación, “Me hice una carta astral y me dijeron que estoy predestinado a construir desde las cenizas».
El asunto nos hizo recordar a José López Rega, que tuvo mucha influencia sobre Juan Domingo Perón y aún más sobre su viuda, Isabel Martínez de Perón. A López Rega lo apodaban “El Brujo” por sus practicas esotéricas. Había publicado en1962 el libro “Astrología Esotérica”,“Alpha y Omega” en 1963 y “El Sabio Hindú” en el año 1977.
Acompañó a Perón en el exilio, al comienzo como custodio y luego como secretario privado y estuvo a su lado, hasta la muerte del líder. Su influencia fue aumentando vertiginosamente desde 1973 y en especial, luego de la muerte del presidente, cuando se convirtió en un cuasi primer ministro por su influencia sobre la viuda, al punto en el que, casi la totalidad del gabinete estaba conformado por hombres de su confianza, promovidos por él.
Inicialmente fue agente en la Policía Federal, hasta ascender a Cabo 1, grado con el que se retiró. Años después Perón firmó el decreto 1350.3 el 3 de mayo de 1974 ascendiéndolo doce grados, directamente a comisario general (grado máximo del escalafón de Oficiales, a pesar de que por ser Cabo le correspondía el escalafón de Suboficiales y de que estaba retirado desde muchos años antes).
Fue el ideólogo y organizador, desde el cargo de Ministro de Bienestar Social, de la mal recordada Triple A, un grupo paramilitar que persiguió y asesinó a los que él consideraba “infiltrados marxistas” en el peronismo
Tras permanecer más de diez años prófugo, fue detenido en EEUU en 1986 y extraditado a la Argentina, donde fue procesado por asociación ilícita, secuestro y homicidio, en el marco de los juicios a los responsables del terrorismo de Estado realizados durante la dictadura militar del ’76 al ’83.
López Rega murió a los 72 años, el 9 de junio de 1989, mientras cumplía prisión preventiva en espera de la sentencia.
Toda esta historia, viene como consecuencia del anuncio público del presidente Fernández, de que le habían hecho su carta astral y el crédito que le dio al asunto, al comentarlo por televisión. Bien sabemos que la astrología no es una ciencia, aún más, está en confrontación con la ciencia, aún cuando hoy, se la estudia desde la perspectiva de la religión y de la historia cultural. Se han realizado estudios empíricos y se ha llegado a la conclusión que las interpretaciones de la personalidad hechas desde la astrología, pueden ser iguales a los obtenidos por simple azar.
Alberto no es el único, otros líderes políticos han consultado a los astrólogos. En 2015 se filtró que Mauricio Macri consultó a una armonizadora budista. Azucena Agüero Blanch se hizo conocida durante la década del 90 por ser «la vidente del poder» y aconsejar al entonces mandatario. Carlos Menem. Elisa Carrió consulta a su adivina de confianza, Andrea Pariente, permanentemente. También se afirmaba que Adolfo Hitler basaba sus decisiones conforme a la astrología. Hitler perdió la guerra más espantosa que tuvo la humanidad, iniciada por él. Después se supo que Hitler consideraba a la astrología como un “completo disparate”[i] Claro está que ninguno de ellos, informaba públicamente sobre estas consultas, como ahora si lo hace Alberto Fernández.
Es de esperar que la astróloga que hizo la carta Astral de nuestro presidente, no se haya equivocado. Una cosa es construir sobre las cenizas y otra muy distinta es dejarlo hecho cenizas.