Sáb. Abr 27th, 2024

La semana pasada Cristina viuda de Néstor Kirchner, próxima a cumplir los cuatro años de su actual mandato como vicepresidenta de la Nación, difundió un video en su cuenta de TikTok donde califica a la estanflación como una «catástrofe social». Cristina está refiriéndose al anuncio del presidente electo Javier Milei que los tiempos que se avecinan serán de inflación y estancamiento.

Una vez más la señora que es la principal protagonista del drama argentino de los últimos veinte años, trata uno de los más graves problemas que su espacio político, el kirchnerismo ha generado, como una comentarista más y no como responsable.

Hace tiempo que Argentina no crece y la inflación aumenta, registrando hoy guarismos altísimos del orden del 140 % interanual.

Ya el martes, 20 de mayo de 2014 en este mismo espacio radial, en una editorial que tituláramos “Alcanzamos la tan temida estanflación”[i] analizábamos el asunto y decíamos: “En algunas ocasiones hemos hablado de estanflación. O sea, la nefasta combinación de recesión con inflación. En este escenario, la economía decrece o está paralizada, mientras los precios continúan aumentando, o sea, el peor horizonte posible.  El término, estanflación o stagflation en inglés, fue acuñado por el Primer Ministro británico Ian McLeod en un discurso ante la Cámara de los Comunes de su país, en 1965, cuando señalaba: “Ahora tenemos lo peor de ambos mundos: no sólo inflación por un lado o estancamiento por el otro, sino ambos juntos. Tenemos una especie de «estanflación». Y, en términos modernos, se está haciendo historia. Lógicamente esta es una traducción al castellano de su explicación en el idioma de Shakespeare.”  

Y más adelante en el mismo editorial, después de analizar los índices económicos que se registraban, continuábamos, “lo anterior sirve para demostrar que la estanflación se instaló en nuestro país, generando un horizonte muy complicado.  El Ministro de Economía, Axel Kicillof y el titular del BCRA Juan Carlos Fábrega[ii], tendrán que esforzarse en idear cómo salir de este atolladero.  Elegir entre las medidas que se utilizan para incrementar los niveles de actividad económica para evitar que la recesión se profundice, o hacer exactamente lo opuesto, para reducir la inflación. Sabemos que las políticas para luchar contra este flagelo son recesivas, pero con una economía que decrece, con caída en la tasa de empleo, con trabajadores suspendidos en grandes fábricas, como los 2700 operarios que deben parar todos los viernes en la fábrica de General Motors en Santa Fe, podría resultar fatal.  Por otra parte, aplicar las recetas que sirven para incrementar la actividad económica, podrían llevar a la temida hiperinflación.  El sendero que tienen es muy estrecho y deberán actuar con extrema prudencia para no desbarrancarse”.

Señora vicepresidenta, Cristina Fernández, sin duda tiene mucha razón para decir que la estanflación es una “catástrofe social”. Pero esta es la economía que usted y su presidente títere Alberto Fernández están dejando al nuevo presidente. Usted no puede eludir su responsabilidad, es y todavía lo es, la Jefa política de un gobierno nefasto. Usted colocó a Sergio Massa como ministro de economía después de la renuncia de Martín Guzmán, fue el mismo dedo que puso a Alberto Fernández en el sillón de Rivadavia, indudablemente el peor presidente de estas cuatro décadas de democracia.

Salir de la estanflación será muy difícil, pero Massa que recibió una economía muy enferma, lejos estuvo de estabilizarla o mejorarla, la agravó peligrosamente. Ese es el país que está entregando después de críticos años de desgobierno. Una Argentina en plena “catástrofe social” como Ud. bien lo señala, aunque su mirada esté en otro lado.