El entendimiento con Massa es de doble vía. El ministro y candidato se prodigó en señales hacia el sindicalismo más tradicional, ya sea en las visitas y los lugares preponderantes que reservó para los dirigentes en cada acto como en el orden de prioridades para sus anuncios. Ganancias, por caso, figuraba al tope de los reclamos más sostenidos de la CGT a pesar de involucrar en el último tiempo a apenas 800 mil trabajadores contra los varios millones a quienes se dirigió la exención del IVA anunciada a continuación. En igual sentido fue el desembolso de 20 mil millones de pesos a favor de las obras sociales sindicales días antes de las PASO mediante una resolución de Economía y que echó mano de recursos no reintegrables del Tesoro nacional.
