Faltan solo cuatro días para el inicio del Mundial de Fútbol en Qatar, el acontecimiento deportivo de mayor trascendencia universal. A pesar de la crisis, serán miles los argentinos que viajarán a este país árabe del oeste de Asia, para alentar a nuestro seleccionado.
Sin embargo, poco conocemos, los que estamos tan lejos geográficamente, de este Estado gobernado por la familia Al Thani desde mediados del siglo XIX.
La economía de Qatar se basaba en la recolección de perlas, famosas por su calidad, y por su comercio marítimo, hasta que se descubrió petróleo en 1939 y una década después comenzó su explotación.
Fue un protectorado británico hasta su independencia en 1971. En 1995 el Jeque Hamad al Thani, se convirtió en Emir después de deponer a su padre, Jalifa bin Hamad Al Thani, en un golpe de Estado pacífico. Desde 2013 el emir qatarí es su hijo Tamir bin Hamad Al Thani que accedió al cargo tras la abdicación de su padre.
Qatar posee la tercera mayor reserva mundial de gas natural, lo que ha convertido al pequeño emirato en el país con mayor renta per cápita del planeta, lo que le ha posibilitado alcanzar el segundo índice de Desarrollo Humano más alto del mundo árabe, por detrás de los Emiratos Árabes Unidos. El país está inmerso en una gran transformación planificada que durará varias décadas y que pretende conseguir una economía avanzada, sostenible y diversificada.
Tiene una población de más de dos millones de personas, pero de ellos solo doscientos cincuenta mil son ciudadanos qataríes. La mayor parte de sus habitantes son extranjeros que trabajan y viven allí. Además, es uno de los pocos países cuyos ciudadanos no pagan ningún impuesto. Casi todos los cataríes son musulmanes. El árabe es el idioma oficial, pero el inglés es hablado también por una considerable parte de la población.
Qatar se ha convertido en uno de los países más abiertos de Oriente Medio gracias a sus recientes mejoras en la facilitación de visados, entre las que se incluye la posibilidad de que los nacionales de 88 países entren sin visado y de forma gratuita y es hoy uno de los países con mayor crecimiento del turismo internacional. Para el Mundial de Futbol se espera recibir un millón y medio de visitantes.
Un documento especial el «Hayya” es obligatorio para todos los poseedores de entradas que asistan al torneo de la FIFA. Actuará como un permiso de ingreso a Qatar dará acceso a los puntos del torneo, incluidos los estadios y al FIFA Fan Festival. También ofrecerá transporte público gratuito durante la competición y otros beneficios.
El Hayya se obtiene solo con la entrada comprada para algún partido, un documento que se completa cuando se introduce la reserva del hotel.
Los visitantes que viajen para el mundial, como cualquier turista, deben comprender que la cultura Qatarí se basa en los valores islámicos, por lo que deben respetar las tradiciones, costumbres y leyes en todo momento. Algunas de ellas, muy estrictas o difíciles de entender para el mundo occidental.
En Qatar la única moneda aceptada es la nacional: el rial qatarí. Los visitantes pueden cambiar antes de realizar el viaje, pero si es necesario que cambies dinero en el país, el mejor lugar para hacerlo es el centro de Doha, no en los aeropuertos donde el cambio suele ser desventajoso. Ojo con las fotografías, un punto importante para tener en cuenta. No está permitido fotografiar a los locales sin permiso. También es preferible evitar tomar fotografías de sitios militares, religiosos y de construcción, edificios gubernamentales, centros comerciales y plantas industriales. En caso de duda, siempre es mejor pedir permiso para no tener que enfrentar graves consecuencias.
He dado un breve pantallazo al país donde desde este domingo, se enfrentarán las selecciones de futbol más poderosas del planeta. Solo me resta decir que la nuestra, la que cariñosamente llamamos la «Scaloneta», por su técnico, está bien dispuesta y preparada para ganar el torneo. Los que no viajamos a Qatar, podemos disfrutar a través de nuestros televisores, la gran fiesta del fútbol mundial.