La economía del país se va ralentizando y podría llegarse a un generalizado nivel de recesión. De esta manera se conformaría uno de los peores escenarios, el de la “estanflación”, recesión con inflación. Es que muchas industrias y actividades están suspendiendo líneas de producción o suspendiéndolas temporalmente, por falta de insumos.
La política monetaria del gobierno ha generado un severo problema de falta de divisas y el Banco Central, con las arcas vacías, ha restringido al máximo o vedado totalmente, el acceso a los dólares que requiere una economía muy dependiente de insumos importados. La caprichosa negativa a devaluar está paralizando la producción. Cada vez es más difícil o imposible para los industriales o productores de bienes y servicios, acceder al mercado de divisas a la hora de financiar sus necesarias importaciones. En lugar de devaluar o establecer reglas generales, han optado por establecer tipos de cambio diferenciales para algunas actividades. De esta manera ya son 14 los tipos de cambio, los últimos en incorporarse al listado fueron el dólar «Qatar”, el «dólar de lujo” y el dólar “Coldplay” o «dólar cultura».
El dólar “Qatar”, surge como consecuencia del Mundial de Fútbol en Qatar, donde se espera que sean miles los argentinos que viajen para el acontecimiento deportivo. Se aplica a quienes gasten más de 300 dólares mensuales con sus tarjetas de crédito y débito, en pasajes al exterior o paquetes turísticos.
El “dólar lujo”, rige para los que compren bienes de «lujo” en el exterior, ya sean vehículos, jets privados o relojes, entre otros.
Y, por último, el «dólar Coldplay», está dirigido al rubro de la cultura, y encarecerá las contrataciones de artistas en el extranjero.
La lista es larga e incluye los dólares: blue, turista, futuro, bolsa, ahorro, cripto, Nétflix, SENEBI [i], y también: «dólar tecno» y «dólar soja».
«Entonces lo que está ocurriendo hoy en la Argentina es que hay mucho lobby. Y el Banco Central, en vez de corregir con una cotización general, normal, que responda a la evaluación del mercado, empieza a conceder precios específicos del dólar, dependiendo del sector. Esto genera mucha distorsión, mucha inestabilidad y poca predictibilidad, porque nadie sabe cuánto va a valer su tipo de cambio a futuro», expone a la Deutsche Welle, Marcelo Elizondo, presidente de la Camara de Comercio Internacional en Argentina y director ejecutivo de la consultora DNI.
Resulta muy extraño el antojo del gobierno de negarse a aplicar medidas lógicas y razonables para resolver un problema que se agrava día a día. Ciertamente que Alberto Fernández no maneja el timón de un país que va a la deriva y que corre peligro cierto de naufragar. El presidente, junto al ministro de economía Sergio Massa, están condicionados por la inflexibilidad de la vicepresidente, Cristina de Kirchner quien ha demostrado no saber un pepino de economía y ordena aplicar recetas que ponen al enfermo grave al borde de la inanición y de la muerte. Si no se hace lo correcto, el futuro se torna muy oscuro.