El radicalismo tucumano siguió al pie de la letra una de las máximas partidarias: donde hay dos radicales, hay una interna. El proceso para normalizar el centenario partido, luego de casi cuatro años de intervención, terminó en escándalo.
“Roberto Sánchez prefirió acordar con el kirchnerismo con tal de evitar las elecciones partidarias”, denunció Sebastián Luna, ex concejal de Banda del Río Salí, en diálogo con Hugo Roldán en Mi Radio. La alusión de Luna es por el acuerdo a última hora del viernes entre el diputado nacional y el ex legislador boina blanca, para que el ex intendente de Concepción sea el flamante presidente del radicalismo local.
“Nosotros le veníamos diciendo a Roberto que vayamos a los comicios, que iba a haber una alta participación, pero él decidió encabezar las negociaciones para que haya una lista unificada”, agregó Luna, que impugnó la nómina consensuada entre Sánchez y García. Sin embargo, la Junta Electoral convalidó la lista.
La ruptura radical se concretó hoy con la renuncia del intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar, a integrar la nómina. “Habíamos acordado fortalecer el partido, propiciar una renovación y ser la columna vertebral de Juntos por el Cambio. Sin embargo, no veo mucha renovación en esa lista”, se diferenció Salazar.
Por su parte, Ariel García, señaló que hay que fortalecer al radicalismo, para que deje de ser “furgón de cola del macrismo”. Su idea es que el radicalismo salga solo, sin los socios de 2015.
“Nunca me interesaron los cargos, no me involucré en la normalización del partido para la obtención de un lugar en la lista. Creo en Juntos por el Cambio, creo en el trabajo colectivo para ganar la gobernación de la provincia el año que viene, pero en este proceso se notó mucho el individualismo de algunos dirigentes y no me siento representado”, dijo Salazar.
“Estamos ante otra posibilidad histórica de ser gobierno en Tucumán, ese fue el mensaje y el mandato de nuestros votantes en 2021: programa y unidad del frente para gobernar en 2023. No debemos claudicar en ese objetivo”, sostuvo Salazar.
“Necesitamos un radicalismo que aporte en esa construcción plural y profundamente democrática que es y debe seguir siendo Juntos por el Cambio en la provincia. Con el radicalismo solo no alcanza, sin el radicalismo en Juntos por el Cambio como protagonista central tampoco será posible ganar y gobernar Tucumán”, señaló.
“Con esta renuncia, que demuestra que no me desvela el cargo, voy a continuar de lleno en la gestión del municipio, para profundizar la transformación que empezamos hace poco más de seis años y que los vecinos valoraron en todas las elecciones”, concluyó.
La derrota de Sánchez
Lo concreto es que Sánchez, uno de los posibles candidatos a integrar la fórmula para la gobernación el próximo año, se quedó sin el único referente radical con dominio territorial en el este provincial, un bastión que es esquivo a Juntos por el Cambio. Una derrota aplastante en ese distrito, prácticamente implica una nueva derrota electoral y la continuidad del oficialismo en el poder.