Jue. Abr 25th, 2024

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov y su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, se reunieron en el balneario de Antalya, Turquía, en el primer encuentro de alto nivel desde la invasión de Rusia a Ucrania iniciada el 24 de febrero. El gobierno de Volodimir Zelenski advirtió que «no hubo avances» en las negociaciones, mientras que el régimen de Vladimir Putin «quiere seguir negociando» y advirtió sobre las «peligrosas» entregas de armas de países occidentales a las fuerzas ucranianas.

Tras la reunión, Kuleba declaró que Ucrania “no se rendirá” y lamentó que “no hubo avances para un alto el fuego“. También dijo que habían decidido con Lavrov “proseguir sus negociaciones en este formato”. Anticipó además que iba a proponer a Lavrov una reunión entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y el ruso, Vladimir Putin.

«Estamos abiertos a la diplomacia pero si no funciona, protegeremos a nuestro país y a nuestro pueblo», sostuvo el canciller ucraniano. «Queríamos obtener un alto el fuego de 24 horas. Lavrov dijo que Moscú quería hablar de corredores humanitarios», precisó, a la espera de que se abra un corredor para evacuar la ciudad de Mariúpol, bajo intensos bombardeos rusos que este miércoles cayeron sobre un hospital pediátrico.

«Ante todo, vine aquí por razones humanitarias, para la evacuación de civiles. Pero Lavrov no quiso prometer nada sobre este punto», insistió el jefe de la diplomacia ucraniana, según recogió la agencia AFP. Sin embargo, «hemos decidido proseguir nuestros esfuerzos y preveo continuar con este formato».

Por su parte, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, sostuvo que Rusia «quiere seguir negociando» y criticó las «peligrosas» entregas de armas de los países occidentales a Ucrania. «Quienes atiborran de armas a Ucrania tienen que entender, por supuesto, que cargarán la responsabilidad de sus actos», dijo Lavrov a la prensa, además de denunciar el reclutamiento de «mercenarios» extranjeros.

«Estos países crean un peligro colosal, incluso para ellos mismos», aseguró. Lavrov se refería en particular a las entregas de misiles tierra-aire portátiles que según él podrían utilizarse contra la «aviación civil».

«Dónde irán estos miles de sistemas tierra-aire portátiles es una pregunta que hacemos a nuestros colegas de la UE», añadió el diplomático ruso. Sin embargo, no amenazó con tomar represalias contra los países occidentales que suministran armas a Ucrania.

Antes del inicio de la reunión, el ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, conversó por separado con ambos cancilleres, que llegaron a Antalya el miércoles y se alojan en hoteles diferentes. Primero recibió a Kuleba, sonriente, que le saludó con un caluroso abrazo, y después a Lavrov, que mostró un semblante serio.

Según la agencia de noticias ucraniana Ukrinform, el canciller Kuleba expresó antes del encuentro sus dudas sobre si fue el presidente de Turquía, Recep Tayyib Erdogan quien «persuadió a (Vladimir) Putin o el canciller (Mevlut) Cavusoglu persuadió a Lavrov» para el encuentro. Además, aseguró que negociará “con el pleno entendimiento de que (Lavrov) es uno de los arquitectos de la agresión contra Ucrania».

Kuleba quiso expresar su agradecimiento a los turcos y su ministerio explicó que se insistirá en “tres puntos claves” durante la negociación con Rusia: “Un alto el fuego permanente, una mejora de la situación humanitaria en Mariúpol, Járkov, Sumy, Volnovaja y otras ciudades ucranianas, y una retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania”.