Jue. Abr 25th, 2024

María Laura Santillán reapareció en televisión, nueve meses después de su última conducción en Telenoche (El Trece), que tuvo lugar el 14 de diciembre de 2020. La periodista condujo el noticiero durante 17 años, catorce de los cuales los compartió con Santo Biasatti, con quien formó una dupla memorable que brilló en exitosos segmentos, como Telenoche Investiga y No Matarás. Invitada a Realidad+ (LN+), charló con Jonatan Viale sobre su retiro del canal y se animó a hablar a corazón abierto sobre el momento en que se despidió de los espectadores.

“Esta es la primera vez que vengo a la tele desde que terminó mi trabajo en El Trece, después de treinta años, así que tardé un poco porque estaba muy triste, Jony; estuve muy triste y no acepté ninguna invitación, porque extrañaba mucho, fueron treinta años todos los días, porque Telenoche fueron 17, pero desde Fax que estuve todos los días, y es raro, y aunque estoy todos los días en la radio igual”, dijo en un comienzo, movilizada por su primera entrevista desde que le dijo adiós al prime time de las noticias.

Luego ahondó más en el tema y confesó que añora liderar un equipo y compartir la rutina diaria de informar: “A mí me gusta mucho repartir el lugar, que todos se luzcan, que nos escuchemos, y por suerte todos mis compañeros no paran ahora y me hicieron un aguante amigos del alma que fue increíble, y eso me tuvo entretenida, pero claro que estoy triste, porque 30 años es más largo que un matrimonio, ¿no?.

“No es un duelo, son 30 duelos en realidad”, bromeó para tratar de poner paños fríos, justo antes de que le consultaran el motivo por el que se fue de la pantalla. “No, no dejé, lo que yo creo es que alguna persona del canal decidió que quería gente más joven, o más afín al gobierno, no sé, pero creo que más joven, porque suele pasar que hay gente que cree que en la tele tiene que haber gente joven”. Y agregó: “Alguien decidió que estaba vieja, ¿a vos te parece? ¡Con lo pendeja que soy!”.

La periodista de 59 años narró cómo fue el momento en que le informaron la decisión: “Me decían cumpliste un ciclo, a parte me lo avisaron a último momento, y a mí no me gusta mentir, yo me imagino el diálogo del estilo: ‘17 años que hace tele, ya hay que jubilarla’, pero no te dicen eso, te salen con lo de que cumpliste un ciclo, y fue horrible, todo pésimo, faltando pocos días para fin de año”. En este sentido, destacó que está orgullosa de su trayectoria y deslizó un reclamo: “Me parece que había que cuidarme un poco, ¿no? ¡30 años! Ingratitud no, yo no soy así, no me gusta”.

Después la conversación giró en torno a las víctimas fatales por la pandemia de coronavirus, y Santillán hizo otra confesión sobre la experiencia más cercana a la muerte que tuvo: “Yo tuve cáncer de mama hace algunos años, y cuando me sacaron el tumor en la operación descubrieron que era muy pequeño pero muy malo, y un día me dijeron que tenía que hacerme quimioterapia durante meses”.

“Casi me desmayo ese día, a partir de ese día la sensación de que me podía morir, que creo que nadie la tiene hasta que aparece, es terror; pensar que te podés morir es terror, y entonces escribir columnas de 50.000 muertos, después 100.000, ya no podía ni escribir de la angustia”, reconoció con la emoción a flor de piel.

“¿Entendés lo que es morir solo? Yo tuve tanto miedo, tuvo mucho tiempo miedo, porque es algo que no se te ocurre pensar que podés desaparecer, y empezás a pensar cosas loquísimas”, aseguró. Y detalló: “Yo entraba a mi cuarto y decía: ‘¿Y con esto que va a pasar después que no esté? ¿Quién se va a ocupar de mi mamá cuando no esté? ¿A mis hijas qué me falta decirles?’; y pasás de eso a: ‘¡No me quiero morir!’”

Por último, la periodista habló sobre el escándalo en torno a la campaña de vacunación contra el Covid-19 y expresó su indignación: “Con las vacunas no, la gente se sigue muriendo, se murieron un montón de médicos, y por eso el vacunatorio vip fue un punto de inflexión para mí, porque era otra vez las vacunas que no son para la gente sino para unos iluminados”.

“Hay un momento donde la angustia se convierte en una bronca fenomenal porque hay una parte donde hubo vacunas que no estuvieron, y hubo gente que podría haber estado vacunada, y hay un porcentaje de personas de la segunda ola que estarían vivos ahora”, remató. Y cerró: “¿Entonces decís como duermen, como duermen con la culpa, no tienen remordimiento?”.