Sáb. Abr 20th, 2024

El 20 % de los billetes dólares que circulan en el mundo lo atesoran los argentinos. Dicho de otra manera, de cada cinco dólares que están fuera de los Estados Unidos, uno está en Argentina. Así lo estimó el economista Nicolás Gadano, en base a cifras que suministró el presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce en una presentación en Córdoba.  Se fundamentan en estimaciones oficiales de los EEUU y datos del INDEC.

Estos 200.000 millones de dólares, representan la mitad del PBI anual de la Argentina y muchas veces las reservas del BCRA, donde ya hay mucha preocupación por las reservas netas. Actualmente las reservas brutas superan levemente los USD 42.000 millones y las reservas líquidas en USD 2.425 millones, Recordemos que a las reservas brutas hay que restar el valor del canje con China, los depósitos en dólares de los bancos, “encajados” en el Central, las deudas con el Banco de Basilea, la posición de DEGs en el FMI y las tenencias de oro.

Se estima que un billón de dólares en billetes circulan en los EEUU y otro billón en el resto del mundo. De ese otro billón, el 20 % o sea 200.000. millones, están en nuestro país y el 80 % restante, 800.000 millones, circula en los demás países. Algo muy difícil de creer, pero es una realidad.

Pesce dijo además en su disertación ante el Congreso Nacional de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, que se celebró en Córdoba, que los argentinos tienen USD 400.000 millones en el exterior y apuntó a la necesidad de “inversión extranjera, no sólo porque es proveedora de dólares a la balanza de pagos deficitaria, sino porque aporta tecnología e inversión. La Argentina, afirmó, “genera fuertes excedentes económicos: los residentes argentinos son dueños de activos extranjeros por unos USD 400.000 millones y tenemos un saldo positivo de USD 150.000 millones”.

Lo cierto es que estos 200.000 dólares en billetes no están en el Banco Central, solo un monto mínimo en cuentas en bancos locales, tampoco pertenecen al Tesoro. Son ahorros de los argentinos que los tienen en cajas de seguridad, bien guardados en cajones de una cómoda, en un tarro de cocina o en un colchón. Es el producto de muchos años de justificada desconfianza en nuestra moneda, la que en el transcurso de los tiempos perdió 13 ceros, claro está que cambiando repetidamente su denominación.

Recordemos que el asunto comenzó en 1969, cuando se quitaron dos ceros al Peso Moneda Nacional que regía desde 1881 (gobierno de Julio Argentino Roca) y creamos el Peso Ley 18188. El 1 de junio de 1983, se quitaron otros 4 ceros, creándose el peso argentino. 1 peso argentino equivalía a 10.000 pesos Ley. El gobierno de Raúl Alfonsín, bajo la conducción económica de Juan Sourrouille estableció la quita de otros 3 ceros a partir del 15 de junio de 1985 con el lanzamiento del plan Austral al canje de 1 Austral por 1.000 pesos argentinos. Finalmente, en enero de 1992, gobernando el país Carlos Menem y siendo ministro de Economía Domingo Cavallo, entró en vigencia la Ley de Convertibilidad.  Se quitaron otros 4 ceros, estableciéndose una paridad de 1 Peso por 10.000 Australes.

Hoy el billete de 1000 pesos es el de mayor valor en circulación, pero solo alcanza para adquirir en el mercado paralelo o blue, que es al que se puede acceder, cinco dólares con 30 centavos, o cuatro euros con 60 centavos. El billete de mayor valor en la Unión Europea, el de 500 euros, nos estaría costando en el mismo mercado 108.400 pesos.

En este largo recorrer, los argentinos al no tener moneda, solo papeles sin respaldo, buscamos ahorrar en un signo monetario que sirviera de resguardo de valor, y encontramos un buen refugio en el dólar norteamericano, una moneda universalmente reconocida, que si bien sufre también de desvalorización, esto sucede en un ritmo muy lento.