Vie. Abr 26th, 2024

Gustavo Lopardo, médico infectólogo, coordinador docente en FUNCEI y consultor del departamento de Infectología del Hospital Bernardo Houssay.

¿Por qué no va a suceder entre nosotros una segunda ola, en una población que no tiene mucho más de 15% de cero prevalencia? Y, probablemente, en los distintos países que nos están escuchando, las situaciones sean bastante parecidas”, agregó el médico, quien además es profesor de la carrera de Especialistas en Enfermedades Infecciosas de CEMIC y de la Universidad de Buenos Aires.

En una nueva edición deStamboulian Talks,Lopardo hizo hincapié en la cuestión de la prevención, como un tema importante que tiene que darse a la par de la vacunación contra el COVID-19. “Tenemos que seguir vacunando, pero necesitamos continuar trabajando en prevención con otras estrategias que ya todos conocemos. Y, también, seguir desarrollando intervenciones terapéuticas”, sostuvo el médico.

Desde el comienzo de la pandemia, se empezaron a buscar cuáles medicamentos que ya existían para otras enfermedades podían ser también eficaces y seguros para tratar la enfermedad COVID-19. También se empezaron a probar nuevos compuestos. Es una carrera desenfrenada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó su “guía viviente” de tratamientos, tras hacer la revisión de la evidencias disponibles para diferentes abordajes. Le dio alta recomendación a los corticoides, como la dexametasona, y sumó al fármaco ivermectina solo limitado para uso dentro de ensayos clínicos en pacientes con COVID-19, ya que faltan más estudios sobre su utilidad para esa enfermedad específica.

Solo la viruela ha sido erradicada del mundo y esperamos que en poco tiempo se pueda erradicar la polio. Es decir, no esperemos que la vacuna contra el COVID-19 termine con esta enfermedad”, expresó Lopardo

Para los expertos de OMS, los corticoides sistémicos, como dexametasona, merecen una “recomendación fuerte” en el tratamiento para el COVID-19 tras haber analizado estudios específicos. La revisión fue respaldada por un metanálisis prospectivo, con datos de ocho ensayos con 7184 participantes que encontró que los corticosteroides sistémicos probablemente reducen la mortalidad a los 28 días en pacientes con COVID-19 crítico y también en aquellos con enfermedad grave.

En cuanto a los anticoagulantes, se difundió una “recomendación condicional” para el uso de bajas dosis de anticoagulantes en pacientes internados por COVID-19. Esta recomendación es parte de la guía de manejo de los pacientes. Los expertos de OMS señalaron que sugiere el uso de “bajas dosis” de anticoagulantes en lugar de altas dosis, a menos que se indique lo contrario.

El remdesivir es un fármaco que tiene solo la recomendación “condicional” de OMS, que significa que se necesitan más estudios de eficacia y seguridad para administrarlos en COVID-19. El año pasado, la Agencia para los Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) había una “autorización de uso urgente” para el tratamiento de casos graves de COVID-19 con el antiviral remdesivir. El 25 de junio pasado, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó a la Comisión Europea su “autorización condicional” para estos pacientes. El año pasado, se generó polémica por el alto precio del medicamento por paciente.

La ivermectina debe ser administrada dentro de ensayos clínicos sobre COVID-19 hasta que haya más pruebas, según recomendó la OMS después de hacer la revisión de los estudios publicados. En América Latina, ya hay ciudades y profesionales médicos que indican al fármaco para pacientes con coronavirus. Pero la agencia sanitaria consideró que aún faltan más pruebas sobre su eficacia y su seguridad. La ivermectina es un medicamento antiparasitario de amplio espectro. Ya estaba incluida en la lista de medicamentos esenciales de la OMS para varias enfermedades parasitarias. Se utiliza en el tratamiento de la oncocercosis (ceguera de los ríos), la estrongiloidiasis y otras enfermedades causadas por helmintiasis transmitidas por el suelo. También se utiliza para tratar la sarna.

“Seguir desarrollando intervenciones terapéuticas, resulta clave. Lo que intento hacer en una forma de pantallazo la evidencia que existe con distintos tratamientos, y lo mejor es usar tratamientos que estén basados en evidencia”, expresó Lopardo.

Eduardo Lopardo es además es ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y Miembro del Comité de Expertos en COVID-19 que asesora al Ministerio de Salud de la Nación.

El objetivo de Stamboulian talks es transmitir a través de exposiciones atractivas y sintéticas aspectos interesantes, importantes o novedosos en temas sanitarios. La meta es que cada presentación sirva de disparador para que la audiencia se sienta motivada a profundizar, indagar, crear conciencia o pasar a la acción en relación a los temas presentados.