Sáb. Abr 20th, 2024

El célebre ministro de propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, nunca pronunció la frase, “miente, miente, que algo queda” sin embargo se la siguen atribuyendo a él. El ladino y mentiroso ministro de Hitler, considerado como uno de los pilares del régimen nazi, utilizó esta idea aplicandola a Winston Churchill, el extraordinario primer Ministro inglés durante la Segunda Guerra Mundial.
Goebbels escribe en su artículo de 1941 titulado ‘De la fábrica de mentiras de Churchill’: “Una vez proferida una mentira, (por Churchill) sigue repitiéndola sin que nada ni nadie se lo pueda impedir, hasta que al final acaba él mismo creyéndola (…) El esencial secreto del liderazgo inglés no debe buscarse tanto en una inteligencia particularmente afilada sino, mucho más, en una estúpida y bochornosa tozudez. Los ingleses se rigen por el siguiente principio: ‘Cuando mientes, miente en grande y sobre todo persevera en la mentira’. Y así siguen mintiendo, aun a riesgo de volverse ridículos”.

Durante el gobierno de Cristina, la mentira se había convertido en una práctica oficial, la utilizaba tanto la mandataria, como sus funcionarios sin pudor alguno, tanto que hasta el INDEC, que hasta entonces tenía probada credibilidad, se transformó en una fuente de desinformación. Claro que estas mentiras del Instituto de Estadísticas y Censos no resultaron gratis. Poco tiempo atrás, la jueza Loretta Preska, a cargo del tribunal de Nueva York dio lugar a la denuncia del fondo de inversión Aurelius Capital Investment contra Argentina por haber modificado en 2014, el cálculo del Producto Bruto para evitar pagar un cupón con intereses.

Las mentiras tienen patas cortas, y esto lo acaba de experimentar el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. En dialogo con TN, días atrás Cafiero dijo “Las vacunas de Pfizer prácticamente no están en la región. A Chile, llegaron solo 30.000 vacunas y por eso tuvieron que salir a comprar de urgencia más dosis a China, a Sinovac”.

De inmediato, desde la república vecina le aclararon que el número de dosis recibidas de Pfizer se acerca a los 2 millones. Autoridades chilenas explicaron que el país había recibido hasta el momento 1.886.625 dosis de vacunas Pfizer-BioNTech.

Chile había iniciado negociaciones reservadas con el laboratorio estadounidense, a mediados del año pasado, lo que implicó que tuviera que contratar un estudio jurídico en Nueva York para que ayudara en el tema. Tras una difícil negociación, donde Chile buscó ser tratado como “país de ingreso medio” presentando informes económicos, ambas partes firmaron en septiembre del 2020 un acuerdo por 10 millones de vacunas, las que están llegando poco a poco desde diciembre del año pasado.

El primer cargamento de Pfizer-BioNTech que llegó a Chile fue el 24 de diciembre del 2020. En esta oportunidad, se recibieron 9.750 vacunas, las que se destinaron casi en su totalidad para personal médico de salud.

Esta pésima costumbre de compararnos con otros países, innecesariamente, tiene su raíz en los informes del presidente en los primeros meses del año pasado, cuando cometió muchos errores que fueron refutados desde distintos puntos del planeta. Pareciera que aquellos papelones protagonizados por Alberto, no han hecho mella en su gobierno, porque ahora, el Jefe de Gabinete es el protagonista.  Justificar los problemas de vacunación en nuestro país, haciendo falsa mención a Chile, no les sirve para nada, ni al gobierno ni a los argentinos. Cafiero debería saber que «las mentiras tienen patas cortas».