Jue. Mar 28th, 2024

Los azules que abundan en la naturaleza –una mariposa, un escarabajo azul, incluso los ojos azules– no son naturalmente azules, según los científicos, sino que son reflejos de la luz, la impresión del azul. Desde la antigüedad, el azul se ha asociado con la rareza y el costo. El Ultramar –un pigmento que originalmente se fabricaba a partir de la molienda del lapislázuli, una piedra semipreciosa que se encuentra en las minas afganas– llegó a valer tanto como el oro.

Hoy, nuestros azules son creados por químicos en laboratorios. Pero eso no significa que la creación de nuevos tonos sea fácil o comúnAntes de 2009, cuando un equipo de químicos de la Universidad Estatal de Oregón desarrolló un color que ahora se conoce como azul YInMn, habían pasado 200 años desde la creación del último pigmento azul inorgánico. Ese fue el Cobalto, descubierto por el químico francés Thénard en 1802.

Ahora, el azul YInMn está disponible para los artistas como pintura y para uso comercial. La Agencia de Protección Ambiental lo aprobó para revestimientos industriales y plásticos en 2017. Tiene un lugar en el archivo de la Colección de Pigmentos Forbes de la Universidad de Harvard, e incluso ha inspirado un agregado al espectro de lápices de colores Crayola: un tono llamativo, llamado “bluetiful”.

El último pigmento azul creado en un laboratorio databa de hacía 200 años: el cobalto.

El creador. El tono fue inventado por Mas Subramanian, profesor de Ciencias de los Materiales de la Universidad Estatal de Oregón, que trabajaba con un equipo de estudiantes de posgrado para desarrollar un material inorgánico que pudiera utilizarse en dispositivos electrónicos. Cuando una muestra que había colocado en el horno salió con un tono vivo y vibrante de Ultramar, Subramanian dijo que inmediatamente se dio cuenta de que “los azules brillantes y muy intensos” no se parecían a nada que hubiera visto antes, y que serían más adecuados para usarlos en pintura, que en piezas de tecnología.

“Tenía mucha curiosidad por saber por qué el manganeso hacía esto, porque el manganeso no es conocido en los pigmentos. Así que me sorprendió un poco y pensé que tal vez habíamos cometido un error”, dijo en una entrevista. “Entonces decidimos repetir el experimento.” El azul demostró ser estable, pero también podía alterarse ligeramente para obtener variaciones en el tono. “Decidimos: ‘Bueno, esto es interesante para la industria de los pigmentos’”, dijo Subramanian. El nombre del nuevo azul procede de los símbolos de sus componentes químicos en la tabla periódica de elementos: itrio, indio y manganeso.

Nada tóxico. Lo bueno del azul YInMn es que no sólo puede reproducirse ampliamente mediante la fórmula de Subramanian, sino que además no es tóxico, lo que hace que su uso sea más seguro y, quizás, también más ecológico. “La gente cree que casi todo lo relacionado con la tabla periódica tiene algo de toxicidad”, dijo Subramanian. “Pero este material, hasta ahora, es muy estable, no se lixivia (mal y pronto: no se disuelve) con la lluvia ni en condiciones de acidez.” El Cobalto, en cambio, aunque fue una bendición para los artistas del siglo XIX, que antes dependían de pigmentos cultivados a partir de piedras preciosas raras y de costo prohibitivo como el lapislázuli, resultó ser extremadamente tóxico.

El nombre del nuevo azul procede de los símbolos de sus componentes químicos en la tabla periódica de elementos: itrio, indio y manganeso.

“Sé por experiencia que el azul es un color difícil de fabricar”, afirma Subramanian. “La mayoría de los azules de la naturaleza no son azules de verdad porque todos están hechos en su mayoría a partir de la forma en que la luz se refleja en los objetos”. Sin embargo, juntos, a una temperatura extremadamente alta de 2.300 grados Fahrenheit, los compuestos químicos itrio, indio y manganeso se combinaron para crear un azul real. Y a diferencia de los tonos orgánicos basados en plantas, que son menos duraderos con el tiempo, este color derivado químicamente no cambia

De colección. La Colección de Pigmentos Forbes de los Museos de Arte de Harvard alberga más de 2.500 pigmentos; el azul YInMn fue agregado recientemente y colocado en un lugar destacado en una pequeña vitrina del cuarto piso. Narayan Khandekar, científico experto en conservación y director del Centro Straus de Conservación y Estudios Técnicos de los Museos de Arte de Harvard, siguió el desarrollo de este pigmento durante años, y solicitó algunas de las primeras muestras de YInMn para agregarlas a la colección.

Cuando los pigmentos salen al mercado, dijo Khandekar, él y su equipo se ponen a trabajar inmediatamente en la búsqueda de muestras “porque creemos que son cosas que se van a utilizar en los materiales de los artistas en el futuro”.

En el futuro, los artistas utilizarán este pigmento, que fue creado por casualidad en el siglo XXI.

Incluso cuando el YInMn era bastante nuevo, antes de que estuviera disponible comercialmente, la empresa de pinturas Derivan fabricó un prototipo de pomo de pintura para artistas en ese color y lo entregó a la Colección Forbes. El azul de Subramanian también entró en la colección porque es un ejemplo raro de un pigmento totalmente moderno, en contraste con los muchos pigmentos de la Edad Media que alberga la colección.

Eureka. Habrá detractores: los que digan que no ven mucha diferencia entre el Ultramarino y el azul YInMn. Pero, dijo Subramanian: “Se trata de un descubrimiento muy especial, porque es la primera vez que llega a la sociedad con tanta diversidad: artistas, arquitectos, la industria de la moda, incluso la de los cosméticos. Nunca hubiera imaginado que mi descubrimiento llegaría tan lejos”. Y añadió: “Esto cambió mi vida”. Khandekar estuvo de acuerdo. “No es frecuente encontrar un pigmento inorgánico sintético”