La condena a prisión contra el músico de rap Pablo Hasel ordenada por la justicia española por sus letras y tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad, que se agravó con una nueva sentencia por obstrucción a la Justicia y amenazas a un testigo, continuaba originando esta noche violentas protestas callejeras y profundizaba las diferencias sobre el tema en el Gobierno de Pedro Sánchez.
Según reportaron El País y ABC de Madrid, las protestas -en algunos casos violentas- ocupaban las calles de Barcelona y otras ciudades de Cataluña y Valencia, aunque no las de la capital española, donde el Gobierno volvió a mostrar grietas sobre la manera de enfrentar el episodio.
Unidos Podemos -integrante del Gobierno español- presentó ante el Ministerio de Justicia un pedido de indulto al entender que Hasel se encuentra “injustamente” en prisión tras ser condenado por delitos que “conculcan la libertad de expresión”, consignó el diario El País.
Aunque era algo anunciado, el trámite judicial tensó aun más las relaciones entre Podemos y el partido que domina el Ejecutivo y al que pertenece el presidente Sánchez, el Socialista Obrero (PSOE), ya que el ala socialista del Gobierno solo se había pronunciado por buscar en el código penal alguna línea argumental que evitara la sanción penal contra el artista invocando la libertad de expresión.
Otro factor de desencuentro entre las autoridades fue una declaración del vocero parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, en respaldo de las protestas violentas, lo que originó un reclamo de los sindicatos policiales.
El diario ABC mostraba esta noche imágenes de fuertes choques en Valencia entre los manifestantes y la policía, que en algunos momentos apeló al lanzamiento de balas de goma y perseguía a los ciudadanos a golpes de machete.
En Barcelona, como fue común ver en las protestas independentistas, los manifestantes -algunos de ellos encapuchados- quemaron decenas de contenedores de basura para hacer barricadas, mientras otros corrían para evitar la represión de los mossos d’Esquadra.
Hasta las 22 (las 18 en la Argentina) no se conocían datos sobre detenidos o heridos en las protestas.