Sáb. Abr 27th, 2024

El diputado tucumano, Pablo Yedlin, se refirió a las medidas que Argentina debería tomar ante la llegada de la segunda ola de coronavirus, que se evidencia con el correr de los días con el aumento de los casos en varios puntos del país.

Con la experiencia de lo vivido en 2020, el parlamentario, en una entrevista con el diario El Cronista, afirmó que sería un error tomar medidas globales a nivel país y que de darse un incremento importante de infectados, se debería tomar como ejemplo lo realizado por Israel.

Como médico, ¿cómo debería encararse la segunda ola?

Tenemos que tener dos cuidados: no tomar decisiones globales para todo el país. Cada jurisdicción tiene su propia realidad epidemiológica y debe seguir ese ritmo. Y sería mucho más agresivo por menos tiempo. Haría cierres a lo israelí: cerraría 15 días todo y después liberaría. Eso demostró más efectividad y menos costo económico.

¿Será un 2021 con clases presenciales?

Las clases fueron lo peor. El sistema educativo fue el más castigado y los chicos los más dañado. Tenemos que priorizar la vacunación de los docentes para que tengamos clases presenciales en todos los niveles. Tiene que ser la prioridad del esquema de vacunación.

¿Está conforme con la información que se difundió de la vacuna Sputnik V?

Desde la comisión de Salud, este presidente y el de la del Senado recibimos en tiempo y como dice la ley de vacunas sancionada en 2020, los contratos de AstraZeneca y Sputnik. No nos falta información. Además, la compartí con la vicepresidenta (Carmen Polledo), de otro espacio político (PRO), para que tenga conocimiento. Por supuesto que hay temas confidenciales, como el precio o la secuencia de entregas.

¿Esto es habitual?

No, pero así lo habilita la ley que sancionamos y los contratos lo exigen, a partir de la necesidad de los laboratorios, en un año en el que la oferta de vacunas es muy inferior a la demanda. Pero, que sean confidenciales no implica que no los conozcamos, tuvimos acceso a los contratos; así como lo tienen la Sigen y la AGN, que controlan.

¿Coincide con el Presidente en la necesidad de reformar el sistema de Salud?

Los sanitaristas venimos diciendo que el sistema necesita una reforma de fondo, porque tiene varios problemas, no solo el de financiamiento y fraccionamiento. Hay un severísimo problema de recursos humanos; falta decidir qué estrategia de salud implementar. También hay un déficit enorme de enfermería, además de los altos costos de los medicamentos. Si hablamos de reforma sanitaria, hablamos de todo esto. Cuando dice que la reforma sanitaria es que en vez de que haya 300 obras sociales, que haya cinco, hablamos de una pequeña reforma.

¿Qué propondrían en Diputados?

En la comisión de Salud no recibimos ningún proyecto ni fuimos consultados, pero coincidimos en que la reforma estructural es necesaria y vamos a necesitar de la mesa en donde todos los sectores de la salud. En el sistema de salud argentino no sobra nadie, no se puede pensar un sistema sanitario que excluya al sector privado, a la seguridad social o que sea estatizado. Nadie serio lo puede plantear: la Argentina necesita de todos los actores para generar un sistema mixto de calidad y eficiencia.