Vie. Nov 7th, 2025

La contraofensiva a las declaraciones de un ex fiscal de Santa Fe, que tiene en vilo a la política y la justicia provincial, puso el acento en que se trató de una escena “armada y guionada para declarar falsedades”. Y para demostrarlo citan algunos ejemplos de las más de tres horas que dura la grabación con esas declaraciones y que rozan lo desopilante: mientras acusa a medio círculo rojo santafesino en el marco de una red de recaudación ilegal de juego clandestino, este funcionario judicial habla de restaurantes, curanderismo, macumba, milanesas y la maldición turca. Desde el gobierno de Omar Perotti siguen sosteniendo que no habrá protección corporativa y “se irá hasta el hueso, le toque a quien le toque”, aunque se levantó una asamblea legislativa que estaba prevista para mañana para tratar el caso de otro fiscal investigado.

Un momento especial de esos videos se da cuando el ex fiscal detenido Gustavo Ponce Asahad, que pidió ampliar su declaración la semana pasada, menciona un encuentro en un bar con el empresario del juego Leonardo Peiti (el primer arrepentido, actualmente con prisión domiciliaria), y cuenta que este le da una bolsa con una caja adentro, para entregarle a su jefe, el también detenido ex fiscal regional Patricio Serjal.

Cuando relata esa escena, los fiscales que están en la audiencia, para tratar de averiguar qué había adentro de la caja, le preguntan si pesaba como un par de zapatos. Insólitamente, el ex fiscal en plena declaración se toca el zapato para calcular el peso, y contesta que sí. Para que no quedaran dudas de adónde quería llegar, asegura: “El Pipi sabe”. Ese es el apodo del senador provincial Armando Traferri, al que apuntó principalmente en sus dichos.Marcelo Saín, ministro de Seguridad provincinal, junto al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti (NA)Marcelo Saín, ministro de Seguridad provincinal, junto al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti (NA)

Esta y otras escenas son señaladas en un escrito que presentó ayer el legislador de San Lorenzo como prueba de que los dichos de Ponce Asahad son una “maniobra política” y una “campaña de desprestigio que lleva adelante el ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, contra el Senado, y en particular contra el senador Traferri”.

La otra escena donde el escrito presentado por Traferri advierte alguna irregularidad se da al finalizar la audiencia. Sostiene que ahí se ve que “Ponce Asahad pide la recompensa por su actuación convenida, que es la detención domiciliaria”. Señala que “sus defensores le tapan el discurso y uno de ellos, ya casi en el final de la grabación, lo amonesta con el dedo en alto”.

“No existe allí sonido, -afirma el escrito- pero colegimos que dice: ‘Imposible ahora, si te la dan dejamos la maniobra al descubierto, esperemos unos días”. Con esos y otros datos sostienen que se trató de una “actuación vergonzosa del Ministerio Público de la Acusación local, un folletín de baja estofa y una evidente coacción a imputados para que declaren falsedades que permitan seguir procesos penales construidos sobre la mentira”.

En su escrito, el senador Traferri, el principal señalado en las denuncias del ex fiscal Ponce Asahad, confirma algunas de las reuniones que el ex fiscal dice haber tenido con el legislador, pero corrige detalles y, sobre todo, el motivo de esos contactos: “Mi relación con él siempre fue institucional y protocolar y nunca el tema de conversación implicó otra cosa”.El senador Armando TraferriEl senador Armando Traferri

Detalla los lugares de las citas y confirma que tiene registrados gran cantidad de llamados telefónicos y textos de WhatsApp, “gran parte de ellos relacionados con favores que me solicitaba, relativos a conseguir que lo recibieran algunos políticos y muchos para invitarme a actos partidarios en los que tomaba parte”, y recuerda que el ex fiscal es militante justicialista. También aclara: “Jamás solicité que los fiscales recibieran al empresario del juego Peiti”.

Habla de malicia y mala fe, y sostiene que la declaración del ex fiscal que tanto impactó causa en Santa Fe “está guionada por el ministro de Seguridad de Perotti, Marcelo Sain, y es una puesta en escena llevada adelante por los fiscales del Ministerio Público de la Acusación”.

Mientras, los legisladores santafesinos se anoticiaron formalmente del contenido de las 3 horas y 40 minutos de la grabación que contiene el testimonio del ex fiscal Ponce Asahad, que circuló profusamente por las redes y los medios el fin de semana largo. Como la sesión en Diputados fue virtual, algunos retirarán ese relato escrito en Rosario y otros en Santa Fe. No obstante, no está claro cuál es el motivo por el que se envió este material a las Cámaras y para qué se hizo. No es habitual.

Sobre este tema hay otro pequeño culebrón: varios referentes de la política santafesina empezaron a preguntarse cómo se filtraron los videos a los medios. Hay dos hipótesis dando vueltas: que fue el presidente de la Cámara de Diputados Miguel Lifschitz, el primero en recibir una copia, o que se lo hizo desde el ministerio de Seguridad de la provincia. Nadie cree que se investigue demasiado el tema de por qué un documento confidencial, que debió llegarle en principio a las autoridades de los poderes Legislativo y Judicial, se pudo ver antes por los medios.

En el medio, la Legislatura santafesina tuvo ayer sus primeras repercusiones sobre el tema en reuniones parlamentarias o de bloque. No obstante, a nivel legislativo se tomó una decisión relevante para desactivar la posibilidad de seguir haciendo olas con el tema. Se suspendió sin fecha una reunión conjunta de ambas cámaras que estaba programada para mañana para tratar el caso de otro fiscal investigado.