Mar. Abr 23rd, 2024

Entre el Ministerio de Economía, el de Trabajo, la Anses y el Congreso, representados por Guzmán, Santiago Cafiero, Claudio Moroni, Fernanda Raverta, y Cecilia Todesca, junto a Massa, Máximo Kirchner, José Mayans y Carlos Heller, entre otros, kirchneristas todos, se prepara un nuevo despojo a los jubilados.

Analizan la mejor fórmula de movilidad jubilatoria para reducir el déficit fiscal. O sea, quitarles aún más recursos a los sufridos jubilados argentinos, para equilibrar las cuentas fiscales. Se plantea excluir de la fórmula, componentes fundamentales, como la inflación y se propone incluir, la evolución de los salarios y la variación de la recaudación de impuestos.

Nadie ignora que es la inflación la que carcome los salarios y que es meridianamente justo que todo ingreso se ajuste por los índices del costo de vida para mantener estable su poder adquisitivo.  Excluir la inflación en una fórmula de movilidad es perverso, como es perverso también que, en un contexto de muy alta inflación, que los pasivos tengan que esperar seis meses para que les actualicen sus magras remuneraciones.

La mayor mentira de Alberto Fernández fue su promesa de campaña, de recomponer los haberes de los jubilados. En lugar de ello, suspendió la ley de movilidad vigente y actualizó los haberes de los pasivos a través de decretos, como consecuencia, restó entre 6 y 17 puntos porcentuales en lo que va del año los valores que les hubieran correspondido.

Lo que están planteando en el proyecto de ley, es un enorme fraude. Si bien los salarios en su conjunto pueden tener un índice de incremento más o menos visible, no ocurre lo mismo con la recaudación de impuestos, que podría tener grandes variaciones, amén de que debería aclararse bien en la ley, cuáles serán los impuestos a tomar en cuenta.

Pero si está muy claro, que se busca reducir el déficit previsional ajustando los haberes jubilatorios. Y si pudieran reducirlos aún más, con otras argucias, también lo harían. El problema grave se inicia durante el mandato de Cristina, cuando se jubiló a todo el mundo, incluyendo a las amas de casas, sin que hubieran realizado aportes. El volumen del déficit previsional significa el 50 % de los gastos del Tesoro.  

Tenemos un gigantesco Estado que se agranda aún más cuando se incluyen a las provincias y municipios. Y el gasto es exorbitante e irracional. Ajustar a los jubilados y no ajustar al Estado en su conjunto, además de perverso es inmoral.

Claro está que la presión fiscal es insoportable y con esta presión la reactivación del aparato productivo no será completa. Sin crédito y resolviendo los problemas del Tesoro a través de emisión monetaria, tampoco se ve un escenario optimista.  

Hay muchas incongruencias, como cuando dicen de salir de la recesión a través del consumo, al mismo tiempo que reducen los ingresos de la gente y aumentan las gabelas. Pero en el mundo del revés donde nada el ave y vuela el pez, del kirchnerismo, todavía tendremos que observar muchos contrasentidos más.