Sáb. Abr 20th, 2024

El Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzó a evaluar las nuevas restricciones que el Gobierno aplicó para la compra de dólares en el mercado oficial y el proyecto de presupuesto 2021.

Un vocero del organismo indicó desde Washington: “Tomamos nota del borrador del presupuesto federal 2021 y de las medidas anunciadas por el Banco Central para endurecer los controles cambiarios. Actualmente estamos evaluando estas medidas y las discutiremos con las autoridades en el contexto de nuestro diálogo en curso”.

“Nuestro objetivo final es ayudar a las autoridades con sus planes para fortalecer la estabilidad macroeconómica, impulsar el crecimiento y la creación de empleo, reducir la pobreza y superar esta difícil crisis”, afirmó la fuente del organismo que conduce Kristalina Georgieva.

La relación entre Giorgieva y el ministro de Economía de la Argentina, Martín Guzmán, comenzó antes del 10 de diciembre de 2019, cuando el actual ministro ya sabiéndose confirmado en el cargo, se reunió en las oficinas del Fondo con la también reciente directora del organismo.

En ese encuentro comenzaron los primeros indicios de lo que sería la postura que la Argentina tendría durante el canje de deuda con los acreedores privados que tanto apoyo el Fondo y que ahora volverá a presentar frente a las autoridades del Fondo Monetario Internacional: que los pagos comiencen, como mínimo, dentro de tres años.

El pasado 26 de agosto, a través de una carta enviada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el presidente del BCRA, Miguel Pesce, y el director del Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, la Argentina inició formalmente las discusiones con el organismo para alcanzar un nuevo programa financiero que apunte a reestructurar la deuda de USD 45.000 millones que el país tiene con la institución.

A partir de ese momento el equipo económico comenzó a dialogar más activamente con el organismo para avanzar en el intercambio de información. Todavía no comenzó la negociación por un nuevo acuerdo, que podrá ser un nuevo stand by o uno de Facilidades Extendidas, que es de más largo plazo y exige mayores compromisos en materia de reformas estructurales que el otro. Fuentes oficiales aseguran que lo más probable es que finalmente se acuerde un EFF, según sus siglas en inglés.

Más allá del buen diálogo y el apoyo que ha manifestado la gestión de Georgieva con la Argentina, especialmente en lo que fue la renegociación de la deuda, el Gobierno no espera una discusión fácil con el Fondo. Lo dijo Guzmán en varias oportunidades; la expectativa es que esté listo para comienzos del 2021, por lo que demoraría entre tres y cuatro meses. El país debe tener un acuerdo firmado en mayo del año próximo, ya que ese mes vencen USD 2.000 millones con el Club de París y para que esa deuda pueda ser refinanciada requiere del paraguas del Fondo.

En la carta enviada a fines de agosto, el Gobierno hizo hincapié en que las metas y las políticas para alcanzar los objetivos planteados en el programa anterior -firmado durante la gestión de Mauricio Macri- fracasaron y que ahora deben ser diferentes y priorizar el crecimiento económico y el bienestar de la población, más aún luego de los efectos causados por la pandemia.

Pocos días después de enviada la carta, el FMI respondió a través de su vocero oficial, Gerry Rice, en sus habituales conferencias de prensa quincenales que «as autoridades argentinas enviaron la solicitud formal para un nuevo programa y estamos en las etapas iniciales del proceso. En estas fase, nos estamos concentrando en escuchar a las autoridades para que nos hablen de sus prioridades. Estamos haciendo una investigación de los hechos, recopilando más información de la situación económica actual y estableciendo modalidades de trabajo conjunto. Todo esto se está realizando dentro de un clima muy constructivo”.