Vie. Mar 29th, 2024

El piloto que realizó la maniobra con el avión presidencial recientemente incorporado a la flota, Leonardo Barone, rechazó todas las críticas al asegurar que fue «una maniobra controlada, que reviste cero peligro», aunque admitió que «en términos políticos no era el momento».

«Traíamos un avión a la flota nacional y es una maniobra controlada, que reviste cero peligro. Entendimos que era la bienvenida que tenía que tener», precisó Barone quien explicó así que eso se hace habitualmente cuando se incorpora una aeronave a una flota o cuando se retira un comandante.

Sin embargo, en relación al aterrizaje en el país del flamante ARG 01, el Boeing 757, que costó 25 millones de dólares y se sumó a la flota aérea presidencial, diferentes especialistas en aviación coincidieron en objetar el momento y las condiciones en que se ejecutó la maniobra, ya que era un día de baja visibilidad.

Por ese vuelo rasante se abrió un sumario contra Barone y contra Juan Pablo Pinto, el otro piloto de la aeronave, que se tramitará ante la Procuración General del Tesoro para determinar cómo fue el accionar de ambos.

«Todo se hizo con autorización. No hago nada sin ella. La pasada es absolutamente legal. Hay videos, está todo documentado», precisó dijo Barone en declaraciones al diario La Nación.

El también titular de la Dirección General de Logística de la Subsecretaría de Planificación y Servicios dio más detalles de la maniobra cuestionada: «Estábamos solos, vacíos, arriba de una pista. No se hizo nada en otro lado. La repercusión que tuvo fue negativa, desinformando a la gente».

«Eso en términos de comunicación; en términos de aviación nadie hizo nada fuera de lo permitido. No hubo incidentes. No hubo nada. Hubo videos y con eso salieron a destrozarnos. Está el perfil de vuelo, se pidió autorización, es todo público. Todo es demostrable. ¿Dónde está el delito?», planteó.

Barone remarcó que fueron autorizados «hasta por la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA)» y reveló que se enteraron de la repercusión que tuvo el hecho cuando ya habían llegado a sus casas y vieron los informes de televisión, en lo que considera que es una muestra más de que el problema no fue a nivel aeronáutico sino «mediático y político».

«Tengo 4.000 horas de vuelo. Con eso y todas las habilitaciones sobra para volar un avión. En aviación no pasa por la cantidad de horas de vuelo, es un dato más. Yo no compré la licencia. Tengo licencia para cada tipo de avión. ¿Qué más necesito? Es ridículo. Tengo cero accidentes y cero incidentes. Volé por todo el mundo. Soy idóneo», indicó.

Sobre la maniobra aérea, Barone sostuvo que «en términos profesionales se hizo todo lo que se tenía que hacer», pero admitió que «en términos políticos no era el momento». «No evalué esa situación. Veníamos felices, con el avión nuevo en una fecha patria», reveló.

Por otra parte, cuestionó al ex piloto de Aerolíneas Argentinas Jorge Polanco, quien consideró que la maniobra «podría haber generado una tragedia».

«Cuando empezamos en 2019, la OACI (ente aeronáutico que depende de Naciones Unidas) no quería trabajar con Argentina por lo que había hecho Polanco. Está todo documentado. Salió a comprar dos Challenges 601 del 81, que eran dos cachivaches, en 19,4 millones de dólares, que en el mercado están 600 mil dólares, y quedó todo inconcluso y con temas que hubo que pagar. Él sale a decir lo que dice. Los medios le dan aire y es un mentiroso»,
afirmó Barone, quien llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2019.

Con Alberto Fernández ya en funciones como presidente, fue designado en la dirección desde la que se coordinan los medios aéreos, que concentra todo lo vinculado a contrataciones del sector y el mantenimiento de la flota presidencial. Incluso, comenzó también a volar algunas de las aeronaves de la flota.

«Cuando llegué no había ni helicópteros ni aviones que volaran. De tres helicópteros, solo uno andaba, en un estado paupérrimo. Así se volaba en la Argentina. Así llevaban a los presidentes. Había tres aviones en la flota, ninguno volaba. Está todo documentado. No había política, pero después esa gente es la que sale y habla», precisó.

También criticó, en materia aérea, a la gestión de Mauricio Macri: «La gestión anterior no hizo nada para tener flota. Dejaron vencer un 757 para ir a comprar un 737 en 60 millones de dólares, muy inferior a este (por el 757) y terminaron sin comprar nada».

La adquisición de la nueva aeronave finalmente se dio en 2022 a través de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), previa entrega de su antecesor como parte de pago.

«Se salió a buscar otro 757. Es grande, cómodo, Presidencia tiene su propio taller y personal capacitado para arreglarlo», afirmó Barone desde China, donde llevó a la comitiva encabezada por el ministro de Economía, Sergio Massa y el diputado nacional Máximo Kirchner.

«La gente que sale y critica es porque no conoce la industria. Ninguna empresa le lleva a Aerolíneas Argentinas (que tiene taller de 737) para arreglar porque buscan precio y disponibilidad», sostuvo el piloto en referencia a los talleres de la aerolínea de bandera.