Sáb. Oct 25th, 2025

Un 24 de agosto allá por 1899 nacía el argentino que transformaría con sus textos la mirada, la imaginación y el pensamiento de miles de otros y otras. Y es gracias a su natalicio que cada vez que llega ese día se conmemora el ‘Día del Lector’, desde el año 2012.

Sus padres, como era costumbre de la época, eligieron 4 nombres para él. Y él, de grande, varios seudónimos, más de seis, para coronar sus obras.

Jorge Francisco Isidoro Luis, de apellido Borges de nacimiento se erigió en Jorge Luis de apellido Borges.

Escritor, poeta, cuentista, ensayista, traductor, crítico literario, guionista, bibliotecario, profesor, editor; su vida giró en cada una de estas facetas y todas dejaron huella en sus lectores.

“…los chicos leen de la forma en que todos deberíamos leer: simplemente disfrutan lo que leen. Debemos pensar en la lectura como una forma de la felicidad, como una forma de alegría, y creo que la lectura obligatoria es algo erróneo. Lo mismo daría hablar de amor obligatorio o felicidad obligatoria. Uno debe leer por el placer del libro”, afirmó el escritor en una conferencia en Nueva York en 1980.

Y con la soltura de la juventud combinada con la de la experiencia en múltiples disciplinas, entre las que cuentan la escritura y la historia, Cata Cabana, nos inspira en la «La importancia de leer».

“Recuerdo que uno de mis primeros momentos de ‘sentirme grande’ fue cuando aprendí a buscar cosas en el diccionario. Era un sinónimo de autonomía. Si querías saber algo, ibas al diccionario y lo encontrabas. ¿Hoy sería en algún buscador, no?”, recuerda Cata mientras sonríe con una felicidad contagiosa.

En su concepción, hay una salvedad: “Para poder buscar, hay que saber leer”, entonces, “ese primer escalón, nos lleva a otro que nos abre una puerta a la aventura: el libro”, dice.

Mientras ‘Jorge Luis’ confió que uno de sus libros de niño fue “Las mil y una Noches”, Cata recordará que sus “primeras búsquedas me hicieron ser quien soy: historiadora”.

“Había llegado a mi biblioteca un libro sobre Tutankamon y el Minotauro. ¿Qué otra aventura le podía ganar a esas? Yo quería ser protagonista de esas historias. Cada libro me acercó más a ese objetivo”, asegura.

Mientras el cabello se mueve al ritmo del relato y su café respira profundo bañando de aroma el lugar, Cata tiene la convicción que el proceso de búsqueda de un libro es fantástico. “Cuando lo tenés en tus manos y tenés la certeza de su valor. ¿Valor? Si, el libro vale por el contenido y por esa experiencia que te va a dejar. Un libro es un recuerdo, es una experiencia… sus hojas, su olor, sus letras, y obvio su contenido”, repite y asiente mientras el aza de la taza le invita el primer sorbo.

“Leer nos construye, nos hace ser quienes somos”, explica la mujer de ojos vivaces; mientras que la escritora asevera: “El libro es un nexo entre su autor y su lector, una relación única, anónima, pero para siempre”.

“Cuando escribo intento pensar qué le queda al lector de cada una de mis páginas. Es un ejercicio de comunicación. Un acto tremendo, en el que abrimos lo más propio a un montón de desconocidos que me van a conocer. En cada palabra está el autor”, reflexiona la joven escritora mientras sostiene el humo del brebaje fluye en tres palabras: “Leer es fundamental”.

Borges nos hace la última sugerencia: “…si un libro les aburre, déjenlo. Ese libro no ha sido escrito para ustedes. Pero si lo leen y el libro les apasiona, entonces sigan leyendo. La lectura obligatoria es una superstición”.