Este martes se llevó adelante una audiencia requerida por el MPF con el objetivo de solicitar las prórrogas, por un lado, de la investigación penal preparatoria y por el otro, de las prisiones preventivas que vienen cumpliendo dos de los cuatro imputados por el asalto en la casa de una familia, en calle Paraguay al 3200 de esta capital, el 28 de julio del año pasado. Se trata de un sujeto de apellido Flores y uno apodado “Guly”.
En esa oportunidad, en horas de la siesta, los cinco delincuentes (uno está prófugo, otro en libertad y un tercero no pudo ser identificado) ingresaron armados, apuntaron contra la mujer y su hijo adolescente, y robaron una gran cantidad de bienes, como ser notebooks, teléfonos celulares y joyas, además de dinero en efectivo, entre los que había dólares y pesos chilenos.
La causa se encuentra en manos de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, encabezada por Diego López Ávila, quien en la audiencia de hoy fue representado por el auxiliar de fiscal, Miguel Fernández. A los cuatro acusados se los imputó por ser presuntos coautores del delito de robo agravado por el uso de arma de fuego.
Restan pruebas importantes
“Es una investigación que está llegando a su fin, ya que hay información concreta que estamos esperando. En diciembre del 2021 se llevó adelante la segunda etapa de la prueba genética que había sido promovida por el MPF: El ADN de toque. La producción de ese informe tenía una demora de entre 30 y 60 días hábiles. Con eso el Ministerio Fiscal ya estaría en condiciones de avanzar a una pieza acusatoria”, explicó Fernández.
En este sentido, por una parte, la Fiscalía pidió la prórroga de la investigación penal preparatoria para terminar de producir las pruebas y luego proceder al requerimiento de apertura a juicio; y por la otra la extensión de las prisiones preventivas de “Guly” y Flores. Ambas prórrogas por el término de dos meses. La jueza interviniente resolvió hacer lugar a todo lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal.
La teoría del caso
El 28 de julio de 2021, a las 15:00 horas, una mujer se encontraba descansando en su domicilio en Paraguay 3200 cuando se hicieron presentes los cuatro imputados y un sujeto desconocido a bordo de un Fiat Siena. Descendieron del vehículo portando armas de fuegos tipo pistolas, se dirigieron hacia el portón de rejas de ingreso, mediante empujones y patadas lograron abrirlo. Y con una barreta rompieron la puerta que conduce al interior de la vivienda, mientras uno permaneció en el auto para facilitar la huida.
Una vez adentro de la casa, un delincuente es sorprendido en la cocina por el hijo, menor de edad, quien subió corriendo por las escaleras hacia el dormitorio de su madre. Dos de los sujetos ingresaron al dormitorio, con las pistolas que tenían apuntaron a las víctimas y les exigieron la entrega de dinero y joyas, quitándole a la mujer una alianza de oro, cadena de plata, un reloj, un celular y 250 dólares. Luego fueron a la habitación del adolescente, donde se apoderaron de 60 dólares, pesos chilenos, una Notebook, una PlayStation, dos celulares, además de prendas de vestir.
Mientras tanto, otros dos malvivientes revolvían los distintos sectores de la planta baja en busca de efectos de valor, llevándose dos notebooks y un celular. Finalmente, de una alacena del lavadero sustrajeron un revólver calibre 22, propiedad del suegro de la mujer, y dos llaves, una perteneciente a una camioneta Ford Ecosport y otra a un Chevrolet Cruze. Y a los gritos de “salidera, salidera” salieron todos corriendo del domicilio subiéndose al auto para darse la fuga.