Donald Trump se muestra como un mal perdedor y no acepta el triunfo de Joe Biden.
Sus quejas y reclamos están alimentando una peligrosa grieta en la sociedad norteamericana, donde demócratas y republicanos se vienen alternando en el poder desde hace muchísimos años, en convivencia absolutamente pacífica y respetuosamente democrática. La vieja, pero amistosa rivalidad entre los adherentes a estos dos tradicionales partidos está dando paso a un antagonismo duro y combativo, como mostró la televisión noches atrás. Una fractura que el multimillonario presidente, con su poco republicana actitud, está fogoneando.
Joe Biden aparece como el legítimo triunfador en la contienda electoral y será el próximo presidente, mal que le pese a un Trump que está desquiciado por la derrota. Este sostiene que acudirá a la justicia, pero sin pruebas de fraude electoral, no logrará revertir la victoria de quien fuera el vicepresidente de Barack Obama.
Entre los reclamos que esgrime Trump, está la votación por correo, que, según su parecer, ha destruido el sistema, sosteniendo que es un sistema corrupto, que corrompe a la gente. Es simplemente su opinión, no tiene ninguna prueba de ello.
Dice también que se enviaron por correo decenas de millones de boletas no solicitadas sin ninguna medida de verificación. Falso: A los votantes registrados en nueve estados (más Washington D.C.) se les enviaron automáticamente boletas por correo sin tener que pedirlas. Todas las formas de voto por correo tienen salvaguardas, como que las autoridades verifiquen que las boletas provengan de la dirección registrada de un votante y que los sobres estén firmados. La votación por correo no es nueva en los EEUU, se ha utilizado en muchas elecciones y los demócratas, por efecto de la pandemia, eligieron este sistema para votar. Por el contrario, Trump, incitaba a sus votantes a hacerlo presencialmente.
Trump dice que «No admitían a los observadores legalmente permitidos» Con esta frase se refiere a los observadores electorales. Se trata de las personas que observan el recuento de votos, con el objetivo de garantizar la transparencia. Estos observadores están permitidos en la mayoría de los estados, pero deben registrarse antes del día de las elecciones, generalmente son afiliados a un partido o candidato, aunque las reglas varían de un estado a otro. Los observadores electorales pudieron supervisar el conteo sin inconvenientes.
Trump afirma que «En Georgia, una tubería se rompió en un lugar lejano, totalmente ajeno al lugar donde estaban contando, y dejaron de contar durante cuatro horas”. La tubería explotó en el State Farm Arena y afectó una sala donde se tabulaban las boletas de votantes ausentes. «En dos horas, se completaron las reparaciones. No se dañaron las papeletas ni se dañó ningún equipo. Hubo una breve demora en la tabulación de las papeletas de voto ausente mientras se realizaban las reparaciones», dijeron los responsables del State Farm Arena en un comunicado.
Trump dice: «Si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección. Si cuentan los votos que llegaron tarde, los estamos mirando con mucha atención, pero muchos votos llegaron tarde” El presidente sugiere que contar los votos por correo que lleguen después del día de las elecciones es «ilegal». Pero las papeletas postales tardías se pueden contar en aproximadamente la mitad de los estados de la Unión, siempre que tengan sello del 3 de noviembre. Pensilvania permite contar las boletas que lleguen después del 3 de noviembre.
De todas maneras, la proclamación oficial de Joe Biden como presidente electo de la Unión, puede demorar unos días y también es posible que Trump acuda a la Corte Suprema por sus reclamos. Pero EEUU se prepara ya para el cambio de gobierno, dejar atrás la presidencia del polémico Donald Trump y avanza en los preparativos para que el demócrata Joe Biden, asuma la presidencia del país el próximo 20 de enero.