Un sustantivo beneficio para los que usurparon el predio de 100 hectáreas en la localidad de Guernica, provincia de Buenos Aires; el gobierno de Axel Kicillof, dispuso compensar el desalojo ordenado por la justicia provincial, con un subsidio de $ 50.000 mensualespor tres meses que podrá extenderse por tres meses más. El administrador de los fondos que suman 54 millones de pesos, será el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque.
No alcanzan los adjetivos para calificar esta absurda decisión, se muestra como un verdadero despropósito; implica subsidiar a los que han delinquido, porque eso es en concreto, el usurpar una propiedad ajena.
Desde diversas ópticas, la solución es errónea. Especialmente es un mal mensaje para la ciudadanía. Si se da un subsidio a los que usurpan, muchos buscarán este subsidio intentando a su vez usurpar un predio. Queda muy claro que el subsidio fomenta las usurpaciones.
Por otra parte, nos preguntamos, ¿Resuelve el problema habitacional de esta gente? No, sin duda. Solucionarlo pasa por parámetros totalmente diferentes, como darles un lote y posibilidades de construir una vivienda digna.
$ 300.000, no es poca cosa, considerando los ingresos actuales de los jubilados y otros sectores sociales, pero no alcanza para resolver el problema del que esta gente padece. Muy lejos está de alcanzarle ese monto para comprar o construir una vivienda. Sin embargo, si lo comparamos con los salarios, es alto. Veamos los valores, un policía de la provincia de Buenos Aires cobra $ 44.000; un repositor de supermercado $ 37.000; un jubilado de mínima, en bruto cobra $ 18.129; mientras que un usurpador cobrará $ 50.000.-
¿Y los que no han violado ninguna ley, no tienen derecho al subsidio? Bien vale señalar, que se sentirán injustamente discriminados. Los dineros que tan generosamente reparten, Kicillof y Larroque, son fondos públicos que se originan en nuestros impuestos. Si son tan generosos, deberían sacarlos de sus respectivos bolsillos, si es que los tienen.
Días atrás escuché al Intendente de Pinamar, Martín Yeza, comentar que en su municipio se hicieron 275 desalojos en los últimos 5 años. Y afirma: “No es la solución darle plata a alguien que hizo algo ilegal. Genera angustia y más con las dificultades del contexto económico”. El Intendente aclaró que a los desalojados se les asignó un lote fiscal en propiedad.
No es otorgando subsidios a los usurpadores que se resuelve el problema habitacional que lleva muchísimos años de vigencia, la solución de fondo, son, planes de vivienda accesibles para amplios sectores carenciados de la sociedad. Ciertamente que no se puede condenar criminalmente a las personas que buscan desesperadamente un pedazo de tierra donde poder levantar cuatro paredes y un techo, pero deben tomar conciencia de que, en un Estado de Derecho, la propiedad debe ser respetada. En general las necesidades de los más pobres, son utilizadas por políticos y personajes muy inescrupulosos que organizan las tomas y después negocian los terrenos.
En el gobierno de Alberto Fernández, donde todas las soluciones se dan del revés, cada día, estamos más cerca de hacer realidad la canción de María Elena Walsh, “En el mundo del revés…donde nada el ave y vuela el pez”.