Jue. Abr 25th, 2024

El Arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, junto a el equipo pastoral social expresó su acompañamiento a la familia de Abigail Riquel. También expresó que «tanta violencia es manifestación de impotencia ante muchas situaciones donde el Estado y la Justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud». Reclamó una amplia convocatoria de las instituciones para resolver los problemas.


El Arzobispo pidió a las autoridades de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), «a resolver con lucidez, responsabilidad y con acciones concretas el problema de la inseguridad, la violencia, la impunidad y la injusticia que vienen acaeciendo en nuestra provincia».

Monseñor Sánchez expresó que «la Iglesia acompaña a la familia de Abigail Riquel, a los vecinos de la niña asesinada con tanta violencia, así como a tantos niños y ciudadanos de nuestra sociedad que sufren la muerte injustamente».

Lamentó que «asistimos conmovidos y consternados por la forma de realizar justicia en manos de la gente». En tal sentido, apuntó que «tanta violencia es manifestación ante muchas situaciones donde el Estado y la Justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud».

«Son formas de violencia también, el silencio, el abandono y la complicidad», agregó.

Siguiendo con los pedidos, ante tanta violencia, monseñor Carlos Sánchez, se dirigió a la sociedad al expresar que «le hacemos un llamado a la paz y la concordia, a la responsabilidad de la participación ciudadana para buscar el bien común y la solidaridad».

«A la Iglesia y a todos los creyentes, los invitamos a brindar el testimonio de nuestra fe y esperanza para fortalecer el amor fraterno, todos hijos de Dios, mediante el servicio de la reconsiliación, el perdón y la caridad fraterna. El perdón lleva a la paz», sentenció.

Al extender el mensaje de la Iglesia, Monseñor manifestó que hacen propías las palabras del Papa Francisco cuando dice:

Cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad, cada muerte violenta nos disminuye como personas (…) La Violencia engendra violencia. el odio engendra más odio, y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible (Fratelli Tutti 227)

«Esta cadena se rompe con la verdad, la justicia y la fuerza del amor fraterno, asumido y ejercido por todos, cada uno desde su realidad y responsabilidad», afirmó.

La Iglesia también expresó que quiere ser parte de la discusión que debe darse para resolver los problemas de la comunidad. «Solicitamos a las autoridades actuales a convocar al diálogo de las instituciones de nuestra sociedad, para que através de la escucha y expresión de ideas, podamos encontrar salidas consensuadas para encontrar soluciones a corto y mediano plazo. Nos ponemos a su disposición para buscar el mejor camino para nuestra sociedad», dijo monseñor.

Al cierre del comunicado, el Arzobispo de Tucumán pidió que «Jesús nos llene de su paz y la Virgen de la Merced nos proteja con su ternura maternal».