La derrota del Sporting de Lisboa en la casa del Portimonense no fue tan dolorosa, porque el equipo de la capital portuguesa vivió durante el partido un momento dramático. En el final del primer tiempo del partido de la Liga lusa, su arquero, el francés Romain Salin, chocó la cabeza contra uno de los palos del arco y perdió el conocimiento.
El jugador comenzó a convulsionar y rápidamente, incluso antes de que el árbitro pudiera dar aviso a los médicos, apareció uno de sus compañeros. El uruguayo Sebastián Coates intervino con velocidad para salvarle la vida a Salin.
Aunque no es la acción recomendada, un desesperado Coates no entró en pánico y le tomó la lengua al arquero francés para evitar que se ahogara.
Instantes después, los médicos del Sporting de Lisboa ingresaron y completaron la asistencia de Salin, que -aunque se despertó- debió ser reemplazado para realizarle estudios.
El arquero, afortunadamente, no tuvo consecuencias. Mientras que, seguramente, Coates nunca olvidará su cumpleaños número 28, ya que ese día no solo festejó con un gol (en la derrota 4-2) sino que ayudó a su compañero a salvar su vida.