San Lorenzo recibió una fuerte sanción por parte de la Conmebol y deberá abonar una multa económica por gestos de racismo en el encuentro de Copa Libertadores ante Atlético Mineiro.
La entidad de Boedo no para sumar problemas. Al flojo andar deportivo -deambula en los últimos puestos- y a los conflictos institucionales se sumaron un nuevo episodio de racismo que terminó con un castigo que ronda el medio millón de dólares.
En las últimas horas, la Confederación de Fútbol Sudamericano (CONMEBOL) lo sancionó con una multa de 420 mil dólares. Una abultada suma que es producto de la reincidencia del club «azulgrana» que ya fue sancionado por hechos similares en un encuentro pasado frente a Palmeiras.
En aquella ocasión la sanción fue de 120 mil dólares, y el monto debitado de forma automática del importe que debía recibir el club en concepto de derechos de televisión o patrocinio.
En dicho comunicado, la Conmebol advirtió que, de repetirse un hecho de esta índole, la sanción sería mucho más severa. Por otra parte, la dirigencia del club de Boedo apeló el fallo y aguarda que el ente regulador se expida al respecto.
Sin identificar al culpable:
Uno de los principales problemas que tiene el club es la dificultad para identificar a la responsable de los gestos racistas, lo que imposibilitó que se le aplique una sanción al hincha para impedir su ingreso al estadio en futuros partidos. Esta falta de identificación complica aún más la postura del club frente a la Conmebol, que podría haber sido más benévola si el culpable hubiera sido sancionado rápidamente.
La reincidencia en actos de racismo preocupa a las autoridades del fútbol sudamericano, que buscan erradicar estos comportamientos de los estadios. San Lorenzo, por su parte, tiene el desafío no solo de apelar la sanción, sino de implementar medidas más efectivas para prevenir que estos hechos vuelvan a ocurrir en el futuro. La dirigencia deberá tomar decisiones rápidas y firmes para proteger la reputación del club y evitar nuevas sanciones.
A pesar de esta situación, el equipo sigue centrado en sus compromisos deportivos, aunque la multa impuesta representa un golpe significativo para las finanzas del club en un año ya de por sí complicado.