Debemos recordar, aunque nos produzca pena, que a lo largo del Siglo XX, Argentina lideraba la educación en Latinoamérica, es que ya en las últimas décadas del 1800, el proceso de organización nacional conducido por mentes tan lúcidas como ilustradas, priorizó la educación sobre cualquier otra tarea del Estado. Mitre, Alberdi, Sarmiento, Avellaneda, Alsina podían tener distintos ángulos de vista en los temas que hacen a un buen gobierno, pero todos compartían el ideal de una educación popular, igualitaria, libre y democrática.

Pero este fenomenal retroceso no es parejo en todas las jurisdicciones, en algunas es mucho peor que en otras. Un muy penoso ejemplo es Santa Cruz, donde los conflictos gremiales han disminuido sensiblemente los días de clase y es una situación que se mantiene por largo tiempo. Los docentes reclaman mejoras salariales y condiciones laborales, además sufren atrasos en el cobro de sus salarios y ataques violentos de patotas sindicales.

En un artículo del diario La Nación bien se señala: “Este abandono educativo sostenido moldeó las infancias de niños y adolescentes que ya perdieron la rutina de ir a la escuela, que tienen problemas para socializar, que carecen de pautas mínimas de aprendizaje, que no saben lo que es rendir un examen y que terminan la primaria sin saber leer ni escribir. Para muchos de ellos, la universidad es un paso imposible.”[i]
Los docentes advierten sobre el nivel educativo de los estudiantes. Hay chicos que están en quinto grado y todavía no saben leer ni escribir. Además, las normas de promoción establecidas por la provincia agudizan el conflicto. Se ha dictado la resolución 323/22, que hace que en el secundario los estudiantes puedan transitar sin importar la cantidad de materias que se lleven. “por ejemplo, en quinto año, hay casos de cientos de alumnos que están adeudando más de 30 espacios curriculares” dice Javier Fernández, secretario general de ADOSAC.

Ciertamente que la Argentina que despertaba la admiración del mundo al despuntar el Siglo XX, ha quedado muy, pero muy atrás; en tiempos electorales se debería subrayar que sólo la educación nos sacará del profundo pozo en que estamos sumergidos. Imitemos a aquellos que, como Avellaneda, Sarmiento y Roca, entendieron el tema y desarrollaron un sistema educativo que fue emulado en muchísimos países.