Cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche, un tradicional alimento que no para de crecer a nivel local e internacional. En el mundo se lo conoce como el World Dulce de Leche Day.
La fecha se celebra desde 1998, cuando el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines (Capidya) estableció la fecha para promocionar su producción y consumo y para posicionarlo en todo el mundo como un producto de bandera.
En 2002, el Ministerio de Cultura de Nación impulsó el programa “Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico Argentino” (Resolución SCN 1327/02), donde se buscaba reconocer al dulce de leche como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de Argentina
Según explica el ministerio, el Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico Argentino son las “distinciones culinarias” que “constituyen un patrimonio a identificar, revalorizar y promocionar ante el mundo, en términos culturales pero también en términos de trabajo, economía, procesos artesanales e industriales asociados, recuperación y protección de especies y productos naturales agentes de la biodiversidad, y como recurso turístico”.

En nuestro país, tan solo tres alimentos llevarían el sello de Patrimonio Cultural: el dulce de leche, la empanada y el asado.
Día nacional del Asado:
A su vez, en esta fecha se celebra una de las comidas más populares y representativas de nuestro país: el asado.
El asado en Argentina no es solo una comida, es un ritual. Se trata de mucho más que simplemente cocinar carne; es un símbolo de la identidad argentina y un elemento central en las reuniones sociales y familiares. Por eso, desde el 2013, cada 11 de octubre se celebra el día del ritual más argentino de todos.

¿Cuál es su origen?
El origen del festejo todavía no queda claro. De todas maneras, trascendió ampliamente que la iniciativa de convertirlo en una efeméride surgió desde una comunidad en Facebook, que en 2013 planteó una convocatoria para sumar a los argentinos a un homenaje popular a esta comida que uniera a todos los habitantes del país sin importar la región, edad, clase social, ideología política o religión.
La historia del Asado en la Argentina
Los historiadores cuentan que en el año 1.556 Juan de Salazar y Espinoza junto con los hermanos Goes trajeron desde Brasil un toro y siete vacas. Con el paso de los meses las vacas comenzaron a reproducirse y poblar toda la región. Para controlar su número debieron cazarlas, los paisanos cortaban cada res con una lanza. La carne que se aprovechaba era muy poca porque los animales eran cazados para aprovechar su cuero, una materia prima muy apreciada entonces.
En aquel momento, cuentan los expertos, solo se consumía su lengua y los caracúes. Con el paso del tiempo, se comienza a comer la carne asada. Con un facón se realizaba un hoyo en la tierra de veinte centímetros en donde se realizaba una fogata y se cocía la carne.
