El kirchnerismo hace uso y abuso de las trampas y las mentiras. Esta aparentemente es una acusación muy dura y para los que comulgan con este espacio político, agraviante, sin duda.
Pero no podemos decir nada distinto cuando estamos gobernados por una componenda armada contra natura. La indiscutible Jefa política es Cristina, quien manda, ordena, califica y descalifica, y utiliza su poder para hacer y deshacer a voluntad. Fue ella la que puso al presidente, Alberto Fernández, colocándose como segunda, en calidad de vice. ¿Esto fue o no una trampa? Fue un engaño en el que cayó en primer lugar el peronismo, y después los electores. Así, con este artilugio tramposo, alcanzó el poder.
¿La división del bloque oficialista en el Senado para tener una plaza más en el Consejo de la Magistratura, fue o no una trampa? La división en dos bloques del Frente de Todos ordenada por Cristina, fue un artilugio que tuvo por finalidad arrebatarle a la oposición un sitial en el Consejo de la Magistratura, una típica trampa del kirchnerismo.
Ahora, es el ministro del interior, Wado De Pedro, uno de los que está trabajando para eliminar las PASO, aún cuando él mismo lo niegue. El proceso electoral del próximo año ya ha comenzado, pero el kirchnerismo más duro intenta cambiar las reglas. ¿A quién se le ocurriría en un deporte como el fútbol, por ejemplo, modificar las reglas cuando se está jugando el partido con la finalidad de obtener alguna ventaja? A un tramposo sin duda, pero no se le permitiría hacerlo.
De Pedro no solo habla de suprimir las PASO, sino también habla de suprimir las elecciones legislativas, llamadas de medio tiempo. No puede ser que un Ministro del Interior desconozca mandatos taxativos de la Constitución. Ésta dispone que la mitad de los diputados y un tercio de los senadores se renueven cada dos años. Para hacer realidad lo que De Pedro propone, debe reformarse la Ley Suprema, algo impensable en el momento político que transitamos y el ministro lo sabe.
Sin duda que Wado De Pedro, acostumbrado a los embustes y falacias, puede decir cualquier tontería, pero resulta lamentable que sea un Ministro del Interior, el que haga propuestas de este tipo.
Los militantes de La Cámpora y de otras versiones internas del kirchnerismo, que vienen escuchando a sus dirigentes mentir, engañar y cultivar permanentemente una doble moral, ingresan en una laberíntica confusión mental y se auto convencen de que ciertas mentiras son verdades. Me imagino la confundida mente de estos militantes, obligados a mentir o crear un relato. En algún momento, ya no saben lo que es real y lo que es fábula. Además, tienen prohibido hablar de realidades. Viven en un mundo de ficción que para ellos es un mundo real. No caben dudas de que en este ámbito se formó De Pedro.