Mié. Oct 15th, 2025

Un insignificante episodio generado por uno de los participantes del show televisivo “Gran Hermano”, se transformó en la noticia del día; puesto en valor, analizado, comentado y repetido cientos de veces por la radio y la televisión nacional, de manera que son muy pocos ahora los que lo desconocen.

El participante Walter Santiago, alias «El Alfa», lanzó acusaciones contra el presidente Alberto Fernández por «coimero». «Mi mejor amigo, desde la primaria, es Claudio Ferreño, la mano derecha de Alberto Fernández”, empezó relatando Alfa en su comentario.

“A Alberto lo conozco hace 35 años. Alberto Fernández me coimeó un montón de veces. Lo conozco muy bien a Alberto Fernández», aseguró el participante de Gran Hermano, mientras charlaba con otra de las integrantes de la casa, de forma distendida.

Muy pocos se hubieran enterado de estas acusaciones de no mediar la intervención de la vocera del gobierno Gabriela Cerruti.  Salió al cruce del Alfa, a través de unos tuits aclarando que Alberto Fernández «no tiene información sobre esta persona ni recuerda haberla conocido».  Cerruti además denunció un intento de “difamación” y “desprestigio”, y les pidió al canal Telefé, a la producción de Gran Hermano y al participante que “se retracten y cesen en esta actitud agraviante”.

Horas más tarde, el abogado del mandatario, Gregorio Dalbón también por twitter confirmó que iniciará las acciones legales correspondientes por lo ocurrido. “Sin perjuicio de lo dicho por la vocera presidencial y en caso de persistir la injuria al presidente de la Nación, Alberto Fernández, me instruyó a iniciar las acciones civiles por daño contra su honor”, escribió el abogado.

Lo cierto es que un asunto muy menor, que pudo pasar desapercibido, ante el cúmulo de problemas que afligen a la gente, se transformó en el tema culminante de la jornada.

Numerosos periodistas, se mostraron extrañados que teniendo el presidente tantos temas graves para ocuparse, se dedicara a Gran Hermano.  Dentro del mismo gobierno consideraban que se le había dado una importancia innecesaria a las declaraciones de un desconocido. “Se destacó un tema que estaba muy por fuera de las preocupaciones de la gente” señalaban.

Durante la mañana Cerruti defendió su accionar, e intentó explicarlo en una serie de entrevistas radiales, que luego reprodujo en Twitter. “Programas como Gran Hermano colaboran con el sentido común colectivo. Hay discursos de odio penados por la ley como los discursos homofóbicos. No podemos dejar pasar estas cosas”, apuntó.

Hubiera sido mejor dejar pasar este asunto formulado por un señor desconocido. Al tratarlo de la manera que se lo trató, se le dio una envergadura que no tiene. Creemos que es un error de la vocera Cerruti y demostrativo de que el gobierno, como en tantas otras cosas, no tiene una política comunicacional.