Mié. Oct 29th, 2025

Cristina perseguía un solo objetivo al elucubrar una fórmula presidencial inversa, conseguir la impunidad en sus numerosas causas judiciales. Alberto sería el mascarón de proa y ella jefa de la coalición desde la vicepresidencia. Este fue el mandato impuesto a Alberto.

Al no conseguir librarse de todas las causas y observar que algunas de ellas avanzan inexorablemente hacia el juicio oral, y desestimar la Corte los recursos presentados por su abogado, la vicepresidenta comenzó a actuar como una fiera herida.

Cristina al tomar plena consciencia de que podría ir a la cárcel y de que las pruebas acumuladas ameritan su condena, se defiende atacando con saña a la Suprema Corte de Justicia, la última instancia a la que sin duda apelará si los tribunales inferiores le son adversos.

Ahora difundió a través de su cuenta en Twitter, dos extensos videos donde critica al máximo tribunal de Justicia y realiza un repaso histórico de la que sarcásticamente llama «Corte Ejemplar», del 2003 hasta la conformación de la actual: “Un poder judicial devenido en partido político, protector del macrismo y perseguidor de las fuerzas políticas que se le oponen” manifiesta Cristina.

Los videos se titulan: «De la Corte ejemplar a la Corte de los cuatro: breve crónica de la decadencia» que son narrados por la vicepresidenta en off.  Hace hincapié en el accionar de la Justicia durante la gestión de Mauricio Macri y en los últimos tres años.

Difícilmente encontremos en todo el planeta, algo semejante. Que la vicepresidenta en ejercicio, que reemplaza al presidente en caso de ausencia y que a su vez preside el Senado de la Nación, ataque de esta manera a la cabeza de otro poder del Estado, demuestra una absoluta falta de respeto por las instituciones que establece nuestra Constitución, y el hecho debe ser considerado como una gravísima embestida contra el sistema republicano de gobierno, el sistema elegido por los padres de nuestra organización nacional.

La Asociación de Magistrados y funcionarios de la Justicia Nacional repudió los videos y señaló que, “más allá del absoluto respeto y garantías que le caben a la señora vicepresidenta como ciudadana, de discrepar con decisiones jurisdiccionales que le son adversas, quienes ejercen la función pública en las más altas jerarquías deben actuar con equilibrio y mesura en sus críticas y respeto institucional”. Destacaron que esta actitud debe ser cuidada aún más en estos momentos de crisis. “Esa moderación que desde esta institución reclamamos, debe extremarse aún más en contextos de debilidad económica y social como la que atravesamos, reconocidos desde el actual gobierno”.

El presidente, que dejó de ser una marioneta para transformarse en una suerte de perrito faldero de su vice, adhirió a las quejas sobre la justicia de Cristina, sin analizar que se ingresa en un conflicto de poderes por un asunto absolutamente personal.

Mientras la cúpula del gobierno está dedicada a atacar a la justicia, la situación del país es insostenible, el dólar libre superó la barrera de los trescientos pesos, la inflación prevista para julio se acerca al 10 %, las organizaciones sociales marchan reclamando el Salario Básico Universal, el Campo protesta con un paro, la industria reclama insumos, las reservas del Central están agotadas y se instrumentan mayores cepos. El dirigente social Juan Grabois, aliado de la coalición, habla de estar dispuestos “a dejar nuestra sangre en la calle para que no siga habiendo hambre en la Argentina”; feísimo hablar de sangre en momentos muy difíciles. En este escenario, nadie asume el timón en la tormenta, no se planifica, nadie sabe qué hacer, ni se atienden los reclamos de una sociedad cansada y agobiada.