Lun. Oct 6th, 2025

En un país hambriento de dólares resulta incomprensible que se prohíba la exportación de carne vacuna. El justificativo esgrimido para tan absurda decisión es que de esta forma se reducirá el precio interno del producto. Néstor Kirchner ya ensayó esta prohibición durante su gobierno, efectivamente la entonces ministra de economía Felisa Miceli, dispuso en 2006 prohibir la exportación de carne por seis meses, pero la prohibición se mantuvo durante 10 años. Unos días antes el presidente Kirchner había dicho que «a los ganaderos que no les interesaba exportar a costa del hambre y el bolsillo del pueblo argentino».

En lugar de bajar, el precio interno de la carne subió.   Pero la insólita medida provocó el cierre de más de cien frigorificos, la caída de casi 12 millones de cabezas y la pérdida de entre 10.000 y 12.000 puestos de trabajo. Además, se contaron por miles la cantidad de productores ganaderos que se fundieron. [i]

«Solo los tontos tropiezan dos veces con la misma piedra». El actual gobierno kirchnerista nuevamente dispuso la prohibición de exportar carne por 30 días. Al cumplirse este plazo, decidió reabrir parcialmente la exportación.  A partir de ahora y hasta el 31 de diciembre, solo se podrá exportar el 50% de las toneladas que se exportaron mensualmente durante 2020. A su vez, siete cortes tendrán prohibición total y estos son asado, cuadrada, falda, matambre, paleta, tapa de asado y vacío. Interpretan que estos cortes son los que los argentinos más consumen.

El gobierno no evalúa los daños colaterales que la prohibición genera y sin duda uno de los más significativos es la pérdida de mercados. La embajadora de Israel Galit Ronen, dijo días atrás: “No puede ser que cada vez que a la Argentina se le da la gana, Israel se queda sin carne” “Si Argentina no nos va a vender carne de forma regular, vamos a buscar otros lugares”, afirmó la representante diplomática.

Nadie puede entender que un país que necesita salir de su alto endeudamiento, con una pobreza superior al 42 %, con necesidad imperiosa de divisas se dé el mal llamado lujo de prohibir la exportación de su producto más emblemático; un producto que es apreciado en el mundo entero por su alta calidad. ¿Es que para este gobierno de incapaces los argentinos solo podemos comer carne bovina? Promueven y faciliten la producción de otras carnes, como pollo, cerdo, ovinos, pescados.

David Miazzo, economista Jefe de la Fundación FADA[ii], sostiene que: «Con el anuncio de hoy queda cerrado el 42% del volumen de exportaciones (de carne) y abierto el 58%. En dólares significa que de una exportación de US$ 250 millones por mes, se perderán cerca de US$ 100 millones por mes, lo que equivale a US$ 1.200 millones por año»

El mismo economista señala: «Del problema de la carne se sale por arriba, con mayor producción, una solución que incremente la oferta local de carne y las exportaciones. Un aumento de producción que genere más empleo, actividad económica, inversiones y divisas», concluyeY después díganme que el kirchnerismo no es el gran generador de pobreza.