Mar. Abr 23rd, 2024

Nunca se imaginó un cumpleaños más triste. Hoy, Andrea del Boca debería estar festejando, con alegría, su aniversario número 53. Sin embargo, la actriz se encuentra atravesando su peor momento tanto en el plano personal como en el profesional. Y lo más probable es que se refugie en su hija, Anna Chiara Biasotti, para pasar el día en total intimidad.

¿Qué es lo que atormenta a Andrea? Por un lado, la muerte de su padre, Nicolás del Boca, quien falleció el pasado 16 de marzo a la edad de 90 años. Por el otro, el procesamiento de la Justicia, que la investiga por el delito de «defraudación al Estado» en una causa vinculada a la novela Mamá Corazón, que ella produjo con fondos del Ministerio de Planificación a través de una contratación directa que se realizó mediante la Universidad de San Martín.

De hecho, en varios momentos de la nota, Andrea repitió el concepto de que su papá, quien a pesar de su edad se encontraba en buen estado de salud, se enfermó a raíz del escándalo en el que se  vio inmersa su hija a raíz de esta

ficción, para la que se le adjudicaron 36 millones y medio de pesos y que nunca salió a la luz. «Soy inocente. La novela está. La hicimos. No me llevé nada. Lo que se llevaron fue la vida de mi padre que se fue por esto«, dijo la actriz al borde de las lágrimas.

Como si todo esto fuera poco, Andrea contó que esta investigación, que la puso en el candelero mediático y no por un logro artístico, también afectó a su hija de 18 años, cuya contratación para la novela fue cuestionada. «A Anna le costó cambiar dos veces el colegio. Ahora lo hace de manera online», aseguró la actriz visiblemente apesadumbrada.

Nacida el 18 de octubre de 1965, Andrea entró en el hogar de todos los argentinos siendo una niña de 4 años, cuando participó de la serie Nuestra Galleguita. En 1972 hizo la película Había una vez un circo, junto a los famosos payasos Gaby, Fofó y Miliki. Y, un año más tarde, se consagró con la telenovela Papá Corazón, junto a Laura Bove y Norberto Suárez.

Desde entonces, su destino estuvo marcado por la actuación. Siempre acompañada por su padre, que era productor y director, y por su madre, Ana María Castro, Del Boca fue creciendo a la par de su carrera. Entre otros, figuran en su currículum éxitos como Un ángel llamado Andrea, Andrea Celeste, Los cien días de Ana, Estrellita mía, Celeste, Antonella, Perla Negra, Zíngara y Mía, solo mía. Y su fama logró romper todas las fronteras, llegando a lugares impensados como, por ejemplo, Israel, Italia, Estados Unidos, España y Rumania.