Vie. Mar 29th, 2024

A medida que una caravana de miles de centroamericanos avanza hacia Estados Unidos para intentar pedir asilo, el presidente estadounidense Donald Trump se envalentona con uno de sus temas favoritos de campaña y endurece cada vez más el tono: este jueves amenazó con ordenar a sus militares que “cierren” la frontera si no se detiene la “arremetida” de los inmigrantes.

Incluso fue más allá: dijo que la situación en el sur del país, “incluidos los elementos criminales y las drogas”, le importa “mucho más” que el UMSCA, el nuevo acuerdo comercial entre EE.UU., México y Canadá, que remplazó al NAFTA y aún debe ser firmado.

Los cerca de 3.000 migrantes, en su mayoría hondureños, iniciaron el pasado sábado una ruta hacia EE.UU. para solicitar asilo por la situación de violencia en sus países. Desde el primer momento, el secretario de Estado Mike Pompeo advirtió que no se los recibiría, pero la caravana igual continúa su camino.

Trump advirtió el martes a Honduras, Guatemala y El Salvador que les cortaría la ayuda económica si no frenan el avance de la caravana ni evitan, en general, que sus ciudadanos emigren hacia el norte. Pero este jueves subió el tono y dijo que él mismo podría tomar medidas extremas para asegurar la frontera sur de EE.UU. “Debo, en los términos más enérgicos, pedir a México que detenga esta arremetida (de inmigrantes), y si no pueden hacerlo, llamaré a los militares de EE.UU. y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR!», afirmó Trump en su cuenta de Twitter.

Estas declaraciones grandilocuentes y en mayúsculas, típicas de Trump, deben entenderse en el contexto de un clima electoral de cara a las elecciones legislativas, que se llevan a cabo el 6 de noviembre, y que renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ambos en manos de los republicanos. La lucha contra la inmigración ilegal es uno de los temas que más réditos le ha dado al magnate entre su electorado conservador, que votó a un presidente que calificaba a los mexicanos indocumentados de narcotraficantes y pandilleros. La caravana que avanza hacia EE.UU. le viene perfecto para enfocarse en ese tema y, de paso, mover los focos de atención de la prensa de otro tema candente como el asesinato del columnista del Washington Post en el consulado saudita de Turquía.

Masivo. Una imagen de la caravana de hondureños que emprendió su marcha a Estados Unidos (AFP).

Masivo. Una imagen de la caravana de hondureños que emprendió su marcha a Estados Unidos (AFP).

De hecho, el canciller mexicano, Luis Videgaray, opinó que la amenaza de Trump es un mensaje meramente “electoral” y que no había que darles “mayor importancia”. “En menos de tres semanas hay elecciones y creo que tenemos que ponderar ese tipo de declaraciones que, por supuesto, a nadie agradan”, dijo.

La Casa Blanca evitó dar más detalles sobre la amenaza de Trump y no explicó cómo podría “cerrarse” militarmente una frontera de más de 3.200 kilómetros, que incluyen parte del Río Bravo. El presidente ya había ordenado en abril el despliegue en la frontera de la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- como respuesta a las noticias sobre otra caravana de migrantes, que en ese caso inició su recorrido en el sur de México. En agosto pasado, el Pentágono confirmó que alrededor de 2.200 miembros de la Guardia Nacional seguían desplegados en los estados fronterizos, la mayoría en Texas.

El secretario de Defensa, James Mattis, autorizó entonces hasta 4.000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera durante un año más, hasta septiembre de 2019, lo que abre la puerta a ampliar el contingente de militares en la zona. En sus tuits, Trump no precisó qué rama de las Fuerzas Armadas quiere utilizar para reforzar la frontera, pero las atribuciones estarían restringidas por una ley de 1878 que prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público. Por eso, los miembros de la Guardia Nacional desplegados hasta ahora en la frontera no detienen inmigrantes indocumentados, y su misión ha estado en cambio centrada en asesorar a los agentes fronterizos y apoyarles en sus operaciones aéreas y en temas logísticos.

Indocumentados. Otra imagen de inmigrantes de Honduras en su camino hacia Estados Unidos (AFP).

Indocumentados. Otra imagen de inmigrantes de Honduras en su camino hacia Estados Unidos (AFP).

Cuando Trump anunció en abril el envío de la Guardia Nacional, la Cancillería mexicana avisó que si esa medida “se tradujera en una militarización de la frontera, ello dañaría gravemente la relación bilateral”. Pero el presidente insinuó este jueves que no le importa que ese previsible aumento de la tensión bilateral afecte a las opciones de ratificación del recién alcanzado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), que suplantó al NAFTA.

El canciller mexicano recordó que México “tiene ya mucha experiencia en conocer expresiones de este tipo por parte del presidente Trump” y que su país no hace “negociaciones” ni “diplomacia a través de Twitter”.